Con los colores -y formas- de la tierra y de la vida... en las mágicas Masadas del Arguilay, Báguena, Teruel, Aragón.
En las fascinantes tierras del Barranco del Arguilay, un paraje de una belleza tan solitaria como subyugante, todavía aguantan algunas viejas y entrañables Masadas, fieles testigos de un mundo que ya no es.
Atrás quedaron los tiempos en que algunas de las gentes de Báguena se trasladaban temporalmente con sus familias hasta alguna de estas masadas durante la época, principalmente estival, para poder realizar las labores agrícolas en campos que quedaban alejados de sus casas en el pueblo e imposibilitaban por su distancia, el trasiego de ir y volver a diario.
Hoy en día, la mayoría en desuso, son fieles testigos de una arquitectura y un patrimonio cultural y popular que poco a poco se nos va.
Es aquí, en esta modesta pero entrañable Ermita donde antaño escuchaban misa todos los domingos de la época de cosecha y recolección -y antes de que depuntara el día-, todos los segadores de las Masadas del Barranco de Aguilay.
Estas Masadas pertenecían a dos de las familias más pudientes de Báguena, los Calvo y los Lázaro y hasta aquí se trasladaban y vivían durante las épocas de faenas los campesinos que trabajan estas tierras.
Es de imaginar que este ancestral mundo se mantuvo en el Arguilay de Báguena, como en otros muchos sitios, hasta la llegada de la maquinaría agrícola que supuso la pérdida de la necesidad de aquellos trabajadores manuales de toda la vida.
Hoy en día, ya no hay rezos ni ruidos de la falz sobre la mies en el Arguilay, el edificio de una de las antiguas masadas ya se desmoronó casi en su totalidad y la ermita también espera el hado de los tiempos.
Arguilay,
un lugar con unas condiciones de humedad y climáticas que favorecían el
cultivo de determinados productos imposibles en la redolada y que sus
gentes se afanaban con sus labores agrícolas en sacar adelante.
No es posible comprender en su totalidad la riqueza geológica, paisajística y natural de este maravilloso enclave del Arguilay de Báguena sin el conocimiento y puesta en valor de esta ancestral presencia humana en la zona.
Recordar es vivir... y vivir es recordar.
Hechizos en el Arguilay de Báguena, Comarca del Jiloca, Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
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