Cerca del Puente Viejo sobre el río Jiloca y del Crucero de forja que embellece su pretil (ambos, del s.XVIII) se encuentra el entrañable Lavadero, donde antiguamente las mujeres de Báguena acudían a realizar las duras faenas de la colada, antes de que llegara el agua corriente a las casas.
También se conserva en el pueblo algún que otro pequeño Lavadero sobre acequia que aprovechaba su agua para, sobre simples losas de roca, realizar aquellas sagradas labores.
Pero en su día, este Lavadero moderno, debió de suponer un gran avance ya que permitía el trabajo estando erguidas y no dolorosamente agachadas sobre las mismas rodillas.
Estas esforzadas tareas se veían, de algún modo, recompensadas porque los lavaderos eran los genuinos encuentros de sociabilidad de nuestras grandes mujeres de aquellas épocas.
Los lavaderos eran puesto para enterarse de los aconteceres del pueblo y redolada y también, lugar para charradas, cantos, cantas y vida.
Era el "centro social" o "las redes sociales" de aquellos años.
El marido, los hijos, las faenas, las fiestas, los bailes, los mozos... eran los "hilos" por la que se descolgaban muchas de las conversaciones femeninas.
Hoy en día, los lavaderos han quedado en desuso aunque aún hay quien prefiere hacer el lavado en ellos de determinadas prendas porque "quedan mejor".
Los pueblos que han conseguido mantenerlos atesoran un valioso patrimonio arquitectónico, pero sobre todo, preservan con ellos, el genuino espíritu de aquellas abnegadas y valerosas mujeres.
Espíritus de la vida ... en la magia de Báguena, Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
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