"Adelante hombre del 600, la carretera Nacional es tuya"
Los primeros -hoy, míticos- Seat 600 se fabricaron en 1957 y su precio era de unas 65.000 pesetas, que vienen a equivaler a unos 390 euros actuales.
En aquellos años suponía unas tres veces más el salario medio anual de un español y en algunas épocas el plazo de entrega llegó a estar incluso en dos años.
Según las estadísticas de la época, en 1971, un 25% de los coches que circulaban por las carreteras españolas era un Seat 600.
En 1972, seis jóvenes recorrieron en tres 600, Africa, de norte a sur (unos 30.000 kilómetros) sin reseñar ningún problema en ninguno de los coches.
Dicen que consumía unos 7 litros a los cien y tenía una autonomía de unos 400 kilómetros.
La capacidad del maletero apenas llegaba a los 70 litros pero todo el mundo se las ingeniaba para ir con él a la playa cargados a tope y hasta con la abuela.
El Seat 600 fue el símbolo de aquellos años de la dictadura franquista llamados de "desarrollismo".
Poderse comprar un 600 era la aspiración social de la época.
Cuando cesó su producción en 1973, un 600 venía a costar unas 77.000 pesetas, que era el salario medio de unos 9 meses de la época.
“Naciste príncipe, mueres rey” es la dedicatoria que le dieron los trabajadores al último 600 que salió de la factoría un 3 de agosto de 1973.
De los casi 800.000 coches Seat 600 que se llegaron a fabricar en España se calcula que todavía se conservan en perfecto estado unos 3.000, que pueden verse aún con bastante facilidad en concentraciones que organizan sus orgullosos poseedores.
"Adelante, hombre del 600" es la canción que en 1973 le dedicó a este mítico coche, Moncho Alpuente.
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