"Para San Antón, hace un frío del demonio", por lo que con un buen fuego, mucho mejor...
Noches de ancestrales y grandes hogueras purificadoras y días de bendición de los animales de la casa, en celebraciones festivas de gran arraigo en todo Aragón.
El fuego, elemento profundamente ligado al ciclo vital e ingrediente fundamental de la cultura popular de los pueblos.
Símbolo del sol y de la vida, celebrado festivamente mediante hogueras de origen claramente pagano para que su fuerza, la luz y el calor fertilicen y fecunden los campos, proporcionen alimento y protección para las gentes de las casas y también para sus animales.
"Trae leña para San Antón que es mañana, si no al burrico le puede dar un torzón"... Un "torzón" es una indigestión y gracias a las hogueras se pensaba que estaban protegidos y no enfermaban.
Son las mismas gentes del pueblo las que durante el día se afanan en preparar la leña que arderá en la hoguera que se suele prender en la plaza o lugar emblemático, justo cuando empieza a asomar la noche.
Y será alrededor del fuego y gracias a sus brasas, donde se dará buena cuenta de las asadas chuleticas y chuletas, longanizas, patatas, sardinas, chorizos, morcillas ...y también, donde, según lugares, se canta, se corre, se salta e incluso se danza...
En muchos pueblos del Pirineo a la fuerza del fuego se le une el despertar con el ruido del estruendoso sonar de trucos, cencerros y esquillas para ahuyentar malos espíritus y combatir las siempre nocivas plagas en las cosechas.
Alrededor de las hogueras de nuestros pueblos hay multitud de tradiciones...
En la provincia de Teruel, son famosos los Sanantones de Estercuel por ser muchas y grandiosas sus hogueras y por su procesión de la Encamisada en agradecimiento al santo por haber librado al pueblo de una peste que azotó a toda la redolada; las de Valdealgorfa son amenizadas por sus Dulzaineros; en Teruel capital, se reparte vino y torta; en Mirambel son tradicionales las "coquetas", unas pastas rellenas de confitura de calabaza; en Andorra es típico el chocolate con "raspao", una torta azucarada para mojar; en los pueblos del Matarraña danzan los Diablets al calor de la hoguera...
En la provincia de Huesca, en Castillonroy toman la sopa de pinyana en torno al fuego; en algunos lugares como Fraga, Benabarre, Capella, Santaliestra, Campo...se lleva a cabo la rifa del Tocinet; en Zaidín se reparte el Pan Caritat con vino; en Castejón de Monegros se canta alrededor del fuego ...
"San Anton cuando era viejo llevaba barbas de conejo, salir mozas del rincon que ha llegado San Anton".
En Almunia de San Juan (donde aún se hace), Azanuy, Monzon y Pueyo de Santa Cruz iban por las casas los repatanes haciendo sonar sus trucos y cencerros pidiendo comida para merendar o comer el día de la hoguera...
En la provincia de Zaragoza, en Tarazona, son tradicionales las patatas asadas; en Fuendejalón se remata la cena con chocolate bien caliente; en la capital hay hogueras con gran impulso en los últimos años en los barrios de La Magdalena, Garrapinillos, Casetas, San Juan de Mozarrifar, Arrabal...en el de Torrero incluso se otorga simbólicamente la llave de la "República Independendiente de Torrero" a una personalidad que se haya distinguido por su aportación cultural y compromiso social con el barrio.
San Antón es el patrón de los animales en la religión cristiana, fiel herencia de la tradición pagana que rendía merecido homenaje a los animales de la casa, tanto a los que servían de alimento como a los abríos, ya que en ellos recaía en buena parte el poder dotar del sustento a la familia durante todo el año.
El día de San Antón, se les bendecía y ante todo, significaba un día de descanso tanto para ellos como para sus dueños.
Era un día de fiesta para personas y animales... de los pocos reales y de fiesta de guardar auténtica, que así se disfrutaban.
En muchos lugares se ha ido recuperando la bendición de San Antón, aunque como ya prácticamente no hay abríos se ha ampliado, sobre todo, a los animales de compañía.
Es muy multitudinaria la Bendición de San Antón en la Iglesia de San Pablo del barrio de El Gancho de Zaragoza.
La foto de la emblemática hoguera de San Antón corresponde a la pequeña pero bellísima localidad de La Hoz de la Vieja, en las Cuencas Mineras de Teruel.
La foto en blanco y negro del borrico corresponde a la Bendición de Sant Antoni, hace unas décadas, en Valdeltormo, Comarca del Matarraña (imagen aportada por Rosa Alcober a la Asociación La Vall del Tormo).
Antiguamente en Valdeltormo, como en otros lugares, la bendición de los animales se realizaba en la plaza principal. Se colocaba el santo en el centro, sobre una mesa y a su alrededor giraban los animales para obtener la protección del santo para todo el año. Cada animal daba tres vueltas a San Antón. Eran tiempos en los que en las casas aún había animales de labranza, sobre todo burros y mulos, que ayudaban en las tareas del campo.
Actos de San Antón, como bien sabéis, hoy en día, todavía condicionados por una ya, larga y cansina pandemia que se resiste a terminar.
En muchos pueblos la tradicional hoguera tuvo lugar ayer sábado para facilitar la presencia de las gentes de los pueblos que ahora viven habitualmente fuera de ellos.
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