jueves, 3 de febrero de 2022

Por San Blas, la Máscara de Ateca verás.


 

Por San Blas, la legendaria Máscara de Ateca, Aragón, verás, te perseguirá y perseguirás ...y este año, también ha podido ser, a pesar de los pesares...
 
"En el puente de Alcolea, había un puchero roto,
le pegaron un varazo
y cayó del puente abajo...
Al pasar el río, al pasar el río a mi tío Antón
le llegaba el agua hasta el calzón,
hasta el calzón ..."
 
Esta es la mítica canción que los zagales de Ateca le cantan todos unidos por las manos y en corro a la Máscara, arriba en lo alto del Cerro de San Blas en su Día Grande.
Antes, la Máscara de Ateca ha tenido que superar los literales manzanazos y naranjazos que desde arriba le arrojan los jóvenes para impedirle que llegue desde abajo a la cima para solicitar protección al santo. 
 
La Máscara es una de las más genuinas representaciones del folclore y tradición ancestral de Aragón y se celebra en la Villa de Ateca durante sus fiestas patronales.
La "Máscara" es algo así como un bufón o personaje grotesco que va vestido arlequinado con los colores imitadores de la bandera aragonesa. 
 
Aparece durante el Día de la Candelaria saliendo del Ayuntamiento tras el chupinazo del mediodia y armado con una especie de sable y protegido por una cobertera y se dedica a encorrer a los zagales por las calles y las casas mientras estos le dedican toda suerte de insultos ... “mascaruta, robatocinos, angulema…”
A la noche en la tradicional hoguera vuelve a aparece la Máscara para saltar sobre las brasas consumidas ... en medio de una gran aclamación.
Al día siguiente, la Máscara acompaña la procesión del santo pero sin dar varazos ni perseguir a nadie, solamente dando la "bendición", lo que hace poniendo su cobertera sobre las cabezas de la gente.
El momento cumbre de la Máscara de Ateca es el que hemos comentado, con su ascenso al Cerro de San Blas donde le esperan todos los zagales bien aprovisionados de manzanas y naranjas para lanzárselas e intentar impedirle que llegue arriba a pesar de su "escudo" protector. 
 
Los orígenes más remotos de la Máscara de Ateca es posible se pierdan en celebraciones romanas que se realizaban como fiestas paganas para la protección de campos, abríos y ganados y que con el cristianismo serían incluidas en actos religiosos.
Hay quien dice que ya en el s.XV formaba parte de la procesión del Corpus Christi para más tarde, hacia el s.XVII acompañar a los danzantes como una especie de "director" en algún Dance.
A partir de la firma en 1780 de la Real Orden de Carlos III en que se prohibían elementos profanos en las procesiones, es posible que la Máscara buscara su acomodo en la Fiesta de San Blas.
En el siglo XVIII es fácil que al igual que ocurre con el "Cipotegato" de Tarazona, a la Máscara le lanzaran los chavales toda suerte de peladuras, desperdicios o restos de verduras.
Sería en el s.XIX cuando con ocasión de los litigios entre absolutistas y liberales se incluiría la escena de la batalla final del ascenso al Cerro de San Blas.
Escena que algunos interpretan como una mofa del pueblo a la monarquía, aludiendo a la derrota de las tropas de Isabel II en el Puente de Alcolea durante la revolución de 1868 y que supuso como bien es sabido, el exilio de la reina borbona. 
 
Se sabe que hasta 1896 la "Máscara de Ateca" se llamaba con acierto "Máscara" porque realmente llevaba la cara cubierta por un antifaz o careta monstruosa. Posteriormente y hasta los años 20, se le tiznaría la cara y desde entonces la lleva descubierta.
Antaño, la bajada del Cerro de San Blas se hacía por parte de todos los participantes "a toda pastilla", no como ahora, lentamente, y en consecuencia era mucho más espectacular aunque también más peligroso. 
 
La fiesta ancestral de la "Máscara de Ateca" que está declarada "Fiesta de Interés Turístico de Aragón" se ha podido de nuevo celebrar hoy.
La Máscara de Ateca ha podido reconquistar el Cerro de San Blas después de un año sin salir, por culpa de la cansina pandemia de coronavirus.
Ha sido el cierre de unas fiestas en honor a San Blas, que comenzaron el miércoles pero sin que la Máscara pisase en esta ocasión las calles, por las prudentes y aconsejadas medidas restrictivas sanitarias.
El año pasado la Máscara solo acudió a misa y este año, por lo menos ha subido al Cerro de San Blas.
 
Vamos a confiar que el año que viene se puedan desarrollar todos los actos tradicionales de la mágica Máscara de Ateca.

Fotografías - La "Máscara de Ateca" de hace unas décadas y la Máscara de Ateca 2.022, Jesús, en una fotografía gentileza de María Blasco Lázaro.
 

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La tropa del Canal Imperial de Aragón.

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