Tempus Fugit ... en el, aún, fascinante antiguo Molino Harinero de Romanos, Aragón.
Hasta aquí, hasta este viejo y entrañable Molino harinero. y hasta hace tampoco no muchas décadas, se llegaban las gentes de Romanos y redolada para moler el trigo de su vida.
Y dentro de tampoco tanto tiempo, aquí, prácticamente no quedará nada.
Es la inexorable y lenta pero arrolladora fuerza que arrastran los días la que convierte en ruina todo lo que se abandona y se olvida.
El agua canalizada inteligentemente por una acequia ya no se almacena en la balsa ni se deja caer impetuosamente por el cubo para accionar toda la maquinaria del molino, que por otra parte ya es sueño.
La edificación del molino es fundamentalmente de adobe, con refuerzos de ladrillos en las esquinas aunque en los lugares primordiales aún aparecen sillares muy bien trabajados y dispuestos que delatan cierta antigüedad.
Todo el interior estaba encalado con azulete aragonés y debajo de los desconchones aún aparecen viejos graffitis con símbolos de protección y de delicada letra de modos ya perdidos.
Detalles de memoria, ya agónica, en las diferentes estancias del molino.
Molino harinero de Romanos... en Campo Romanos, donde el espíritu de las viejas y mágicas piedras todavía se siente en el abrumador silencio de los tiempos que ya no son.
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