En uno de los pintorescos y mágicos rincones con encanto de Nigüella, tesoro de Aragón.
Nigüella, curioso nombre, que bien podría venir del árabe "Nawwâla", algo así como casa o lugar pobre.
Otros dicen que Nigüella también podría llegarnos de una famosa batalla ocurrida en el s.XIV en estas tierras, entre las tropas de Pedro IV de Aragón y los nobles de la Unión y que nombran que después de la lucha, en ese sitio no quedó “ni güella” de vida...
Pero también hay quien lo explica de esta guisa... Iba el rey Alfonso el Batallador con sus mesnadas buscando el enemigo y, cuando llegó a Nigüella, preguntó: ¿Habéis visto a los moros? y le contestaron: "Ni güella", respuesta ocurrente que dicen otorgó nombre a la población...
Hay textos en aragonés medieval en que al lugar se le nombra como Nuella, atendiendo al origen árabe y que posteriormente derivaría en el actual Nigüella.
Y esa tradición árabe, morisca... todavía es la que predomina en la esencia y en el fascinante sabor urbano de Nigüella.
Costeras y abismos, Casas altas, altísimas, calles y callejuelas estrechas, pasadizos, algunas jambas de las puertas y portalones todavía bien encaladas...
Sí, tierra de moros ... en Nigüella ese "Nawwâla" todavía está muy presente en sus rincones.
“Cuberos, Farisicos, Felipes, Nicanores, Pepones, Romaldicos, Silvanos, Leartes, Pañeros, Plateros, Sastres, Caparrillas, Chiquetes, Sordos, Castos, Tiesos, Jotas, Linos, Mollejas, Sopas, Pezurro, Judías”... motes, apodos, sobrenombres que la tradición oral y de la redoalda, da a las gentes de Nigüella.
Cuando hay tantos es porque el lugar fue, es y será grande.
Nigüella... mucha magia a descubrir, mucha magia a redescubrir ... en la Comunidad de Calatayud, Zaragoza.
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