Tal día como hoy, 28 de febrero, pero de 1875, mataron al más famoso de los bandidos aragoneses, a Mariano Gavín, el "Bandido Cucaracha".
A Mariano Gavín, "El Bandido Cucaracha", legendario y romántico bandolero aragonés d´Os Monegros en el s.XIX, que cuentan que daba a los pobres lo que robaba a los ricos y que ridiculizaba a los caciques de la redolada, lo mataron en el Corral de L´Anica de Peñalbeta de Lanaja.
Mariano Gavín, mítico bandolero aragonés, nació en Alcubierre, en 1840, justo al final de la primera guerra carlista.
De zagal fue repatán aunque con lo que disfrutaba era con la caza furtiva.
Luego sería mozo de mulas, jornalero, carbonero...
Cuentan que de joven, junto con un amigo, les descubrieron robando un cordero porque el hambre en aquellos años debía de apretar lo suyo.
Disparó al dueño en la pierna y a partir de entonces sus hazañas y fechorías irían en aumento.
Cobró fama de generoso porque los del lugar contaban que mucho de lo que robaba a los ricos, en efecto, lo repartía entre los pobres.
También fue exaltado en su época porque en sus andanzas perseguía y vejaba a los caciques d´Os Monegros y destacaba sobremanera la facilidad que tenía para burlar a la Guardia Civil.
Siempre contaba con al ayuda de la gente de los pueblos que le protegían.
En 1875 alguien envenó el vino de la cuadrilla de bandoleros y en un tiroteo con la benemérita se acabó la vida de El Cucaracha, al tiempo que su figura cobró fama en años de interminables sequías, hambruna, analfabetismo, caciques y descontento social, que es mucho de lo hubo a finales del s.XIX y principios del XX.
“Se pasea Cucaracha
por la Sierra de Alcubierre,
un hombre como un tomillo
y todo el mundo le teme”
... cuenta la copla, ya que Mariano Gavín era pequeñote, muy moreno, siempre vestía de negro y era temido, muy temido, precisamente por los que más tenían.
"T´os d'alto yera un periglo
charrar de chusticia social;
como nunca lo pillaban
le metión bereno en o bin y
cuan yera ya esturdiu
lo rodió a Guardia Cibil"
... le canta en aragonés a Cucaracha la Orquestina del Fabirol en su famoso "Corriu d´o Cucaracha".
Que traduzco por si alguno no lo coge...
"En alto era un peligro
hablar de Justicia Social;
como nunca lo cogían
le pusieron veneno en el vino
y cuando ya estaba aturdido
lo rodeó la Guardia Civil".
Cuenta la historia, cuenta la leyenda que un mozo fue a comprar vino a Alcubierre, cometiendo la imprudencia de decir que era para el Cucaracha.
Oídos atentos lo escucharon y el boticario "arregló" el vino con algún narcótico sin que el mozo se percatara de ello.
En la Paidera de L´Anica (cuyas ruinas aún existen) Mariano y los suyos bebieron el brebaje y solo cuando cayeron aturdidos pudieron ser acribillados a balazos por la Guardia Civil.
Murió Mariano Gavín pero nació la leyenda romántica, del romanticismo y del romántico "Bandido Cucaracha".
Ya se sabe, lo que para unos era un "mal bicho" o alguien que estorbaba al poder, para otros era una especie venerable de Robin Hood aragonés.
Homenajeado en sus espectáculos por los, siempre entrañables, Titiriteros de Binéfar, utilizada su figura en libros, publicaciones e incluso una película de animación y objeto de memoria como ya hemos comentado por la Orquestina de Fabirol, grupo de folk aragonés, que le despide de esta forma en su ¨Corriu d´o Cucaracha¨...
"Espedida yo tos doi
que dan os cucarachers:
salú, tierra y libertát
¡y que se floran os diners!"
"Os doy la despedida
que dan los cucaracheros:
salud, tierra y libertad
¡y que se fastidien los dineros!"
Corriu Cucaracha - La Orquestina del Fabirol.
"O zaguero de febrero ye
o más triste cabo d´año,
porque estió lo zaguero
diya d´o bandolero Mariano.
En o lugar d' Alcubierre que
ye en metát d´Os Monegros
naxió Mariano Gavín,
Cucaracha o bandolero.
A suya cuna no yera
cuna, que yera un barzol,
con glarimas d´escamallo
a suya mai lo crió.
Con a dureza d´a bida
muit choben se concaró:
t´o mainate d'Alcubierre
treballa de sol a sol.
Ixa heba estau a istoria
de muitas cheneracions.
Ta cambear l'esdebenidero
un maitín se debantó
y con un trabuco biello
enta la sierra marchó.
Bellatros se l'achuntón
fartos de tanta miseria;
o Cerrudo y Farineza
con Mariano tamién
yeran ta luitar por a utopía
en tierras aragonesas.
A Cucaracha o quereban
muito por toz os lugars,
tot o que furtaba a os ricos
a os pobres mandaba dar
y no sólo espardiba biens
que tamién humanidát.
T´os d'alto yera un periglo
charrar de chusticia social;
como nunca lo pillaban
le metión bereno en o bin y
cuan yera ya esturdiu
lo rodió a Guardia Cibil.
En o corral de l'Anica
quasi eslanguiu peleyó,
porque encara tenió rasmia
ta pillar o trabuco en a man,
quan Mariano cayó en tierra
cayó muerto un ideyal.
Aquí remata o corriu
de Cucaracha o bandolero.
Como soi coleutibista
me dizen cucarachero
y a más de que no m'ofenden,
a yo me sirbe d'argüello.
Espedida yo tos doi
que dan os cucarachers:
salú, tierra y libertát
¡y que se floran os diners!"
Traducción del aragonés al castellano.
"El último de febrero
es el más triste aniversario del año,
porque fue el último
día del bandolero Mariano.
En el pueblo de Alcubierre que
está en mitad d´Os Monegros
nació Mariano Gabín,
Cucaracha el bandolero.
Su cuna no era
cuna, que era un serón,
con lágrimas de cansancio
su madre lo crió.
Con la dureza de la vida
muy joven se enfrentó:
para el "jefe local" de Alcubierre
de sol a sol trabajó.
Esa había sido la historia
en muchas generaciones.
Para cambiar ese acaecer
una mañana se levantó
y con un trabuco viejo
hacia la sierra marchó.
Algunos otros se le juntaron
hartos de tanta miseria;
el Cerrudo y Farineza
con Mariano también
fueron para luchar por la utopía
en tierras aragonesas.
Al Cucaracha le querían
mucho por todos los pueblos,
todo lo que robaba a los ricos
a los pobres mandaba dar
y no solo esparcía bienes
que también humanidad.
En alto era un peligro
hablar de Justicia Social;
como nunca lo cogían
le pusieron veneno en el vino y cuando
y cuando ya estaba aturdido
lo rodeó la Guardia Civil.
En el corral d´Anica
casi desfallecido peleó
porque todavía tuvo rasmia
para coger el trabuco con la mano,
cuando Mariano cayó en tierra
cayó muerto un ideal.
Aquí termina el corrido
de Cucaracha el bandolero.
Como soy colectivista
me dicen cucarachero
y además de que no me ofenden,
a mí me sirve de orgullo.
Os doy la despedida
que dan los cucaracheros:
salud, tierra y libertad
¡y que se fastidien los dineros!"