Allá por los años 50 se descubrieron en su interior y bajo capas de yeso que las cubrían, las magníficas pinturas de Bagüés...actualmente la joya de la corona del Museo Diocesano de Jaca.
Al poco de "ver la luz", en 1966, se arrancaron del lugar donde habían permanecido durante largos siglos para ser trasladadas a Barcelona y acabar en 1970 en Jaca.
Muchos consideraron que la iglesia de Bagüés con sus impresionantes pinturas era una de las "Capillas Sixtinas" del Arte Románico.
Las pinturas representan "en el conjunto de pintura mural más grande que conservamos en España de estilo románico" -en palabras del propio Museo Diocesano de Jaca- lo que puede considerarse la historia de la Biblia...desde el Génesis a la vida de Cristo.
La iglesia se encuentra "aíslada" frente al pueblo de Bagüés y a unos centenares de metros del mismo.
Sorprende su situación alejada del pueblo y que algunos atribuyen a que en su origen el lugar pudiera ser que se encontrara ubicado en esa zona más umbría y que con el tiempo sus habitantes decidieran "trasladarlo" a la más confortable solana del cerro de enfrente.
En 1923 tuvo lugar en esta zona de la Alta Zaragoza uno de los terremotos más fuertes sufridos en Aragón...el llamado "Terremoto de Martes".
El seísmo ocasionó una gran grieta que atravesó de arriba a abajo todo el ábside de la iglesia.
Esa grieta estuvo bien visible durante décadas, hasta que se "rejuntó" en las últimas restauraciones del templo.
Las originales pinturas de Bagüés ya no han regresado nunca a su lugar de origen.
Hace unos pocos años un Taller de Pinturas al Fresco volvió a reproducir en Bagüés esas maravillosas pinturas románicas que actualmente decoran el Museo Diocesano de Jaca.
Bagüés... Altas Cinco Villas...Alto Aragón.
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