Genuino y singular patrimonio arquitectónico popular, tradicional y cultural heredado de nuestros antepasados y conservado e integrado en Fonz en una Ruta Ecoturística que también lleva al famoso "Ojo de la Fuente".
Ingenio de nuestros ancestros en una construcción realizada única y exclusivamente con zaborros y piedras de la redolada y que hunde sus raíces en las mismas profundidades de la tierra.
Bien sabido es que, desde el Manantial llamado popularmente "Ojo de la Fuente", ubicado a unos cuantos kilómetros de la villa, se canalizaba y conducía el agua hasta la misma plaza de Fonz.
Pues bien, ese mismo recorrido permitía otros cometidos y entre ellos, estaba también, el de "fabricar hielo".
Una parte de esas aguas que venían desde el Ojo de la Fuente se dejaban helar en balsas de poca profundidad, para que una vez que esto había sucedido, introducir el hielo en el Pozo de Chelo, mágicamente construido en piedra y capaz de mantenerlo en condiciones óptimas durante todo el año, verano incluido.
El conjunto del Pozo de Chelo de Fonz cuenta con un pequeño recinto de maniobras anexo a su entrada, a modo de caseta donde se guardarían las herramientas necesarias para acondicionar el hielo, con capas intermedias de paja, en su interior.
El hielo se carriaba, debidamente protegido también por paja, y principalmente durante las noches, en carros hasta el pueblo y lugares de venta.
El Pozo de Chelo de Fonz es de planta circular, se encuentra a unos dos kilómetros al norte de la villa y tiene unas medidas aproximadas de unos 6 metros de diámetro por unos 8 de altura.
A él se accede desde la entrada de la caseta por un pasadizo que tendrá unos 4 metros en giro en ángulo para llegar a media altura al pozo.
El interior es de piedra sillar y mampostería unida con argamasa y en algunos lugares es de misma roca viva excavada.
Aunque no existen muchas referencias documentales del Pozo de Chelo, Pascual Madoz lo cita explícitamente en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de 1845-1850 y en la misma entrada un cartel nos habla de que Mariano Puzo Fumanal fue la última persona que mantuvo en funcionamiento el pozo de hielo hasta 1933.
El máximo explendor de la construcción de estos ingeniosos pozos de hielo y nieve tuvo lugar en los siglos XVI y XVII, coincidiendo en parte, con lo que algunos llaman "Pequeña Edad de Hielo", período en que una bajada generalizada en las temperaturas provocó por estas latitudes más frío y frecuentes nevadas.
El amigo e incansable Eugenio Monesma realizó un documental en 1999, donde recreó fielmente el trabajo de apelmazar el hielo por capas dentro del hielo y que por su interés pongo en el primer comentario.
Gracias a aquellas duras labores se podía disponer del hielo que conservaba los alimentos y aliviar males y otros infortunios por accidentes tanto en personas como en animales.
La magia del agua y del hielo ...en la Ruta del "Ojo de la Fuente" y del Pozo de Chelo de Fonz, Pirineo Aragonés.

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