Tocando el cielo la esbelta Torre de la Iglesia y la Torre de los Nublos, llamada también del Exconjurador, que es tradición conocida que pudo ser levantada por los templarios o los sanjuanistas, allá por los lejanos siglos XIII-XIV.
"La Iglesuela del Cid esta situada en el límite oriental de Teruel, lindando con Castellón, al pie de una elevada montaña en medio de 2 arroyuelos que la dejan aislada.
Se halla resguardada de los vientos del Norte y del Noroeste, gozando de un clima sano pero muy frío.
Consta de 245 casas , generalmente de 3 pisos y 40 palmos de altura.
Entre ellas las hay de muy buena arquitectura, casi todas muy sólidas y con buena distribución interior.
El Ayuntamiento tiene su edificio particular, bastante antiguo, capaz y de obra muy sólida: en él se conserva el archivo de la villa; en el piso bajo se encuentra la cárcel, muy segura pero sin ventilación.
Hay un Hospital destinado a la cura de los pobres, bastante capaz para el objeto, pero con escasas rentas.
Cuenta con Escuela elmental primaria, concurrida por 70 niños.
Tiene 4 fuentes de abundantes y cristalinas aguas.
La iglesia parroquial de la Purificción de Nuestra Señora está servida por un cura que además es presidente del capítulo de beneficiarios que existe.
En el año 1748 se reedificó la antigua iglesia, añadiéndole 2 naves colaterales a la única que tenía.
Además del mayor contiene 12 altares con varios santos y pinturas.
Fuera del pueblo y en la parte Este se halla el cementerio bastante capaz y bien ventilado , construido en 1841.
El término confina al Norte con Cantavieja; al Este con Villafranca del Cid y Portell; al Sur con Mosqueruela y al Oeste con Fortanete.
En el término se encuentran dos ermitas dedicadas a Nuestra Señora del Cid y Nuestra Señora del Loreto y 13 masadas o casas de campo con labor.
El terreno en su mayor parte es llano, aunque también participa de monte.
Por lo común, es árido, pedregoso, de poca capa pero de buena especie.
La montaña más elevada es la llamada del Ballo, y tanto en esta como en otras eminencias se observan pinos y mata baja, la suficiente para el consumo del pueblo.
Bañan parte del territorio los arroyos denominados San Juan y la Canaleta, entre los cuales se asienta la villa y ambos desaguan a la salida de aquella en la rambla de Sellumbres.
Sobre esta rambla hay un puente de piedra de un ojo y sobre cada uno de los dos arroyos, 2 de la misma materia.
Esas aguas dan movimiento a un batán y 7 molinos harineros.
Los caminos son de herradura y comunican con los pueblos limítrofes.
La correspondencia se recibe 2 veces en la semana llevada a Mirambel desde Castellote, desde donde un encargado la traslada a La Iglesuela del Cid.
Produce trigo morcacho, cebada, legumbres, patatas y algunas frutas.
El vino, arroz , aceite y otros artículos de primera necesidad se importan de las provincias de Zaragoza y Valencia.
Hay muy poco ganado lanar y vacuno, pues con la guerra civil casi todo desapareció.
En cambio, abunda la caza de conejos, perdices, palomas torcaces y muchos animales dañinos, especialmente víboras.
Tienen varios tejedores de lienzos y telas de lanas y el tráfico de cortar madera en las sierras. Se saca en carretas y las transportan a diferentes puntos del mediterráneo.
La Iglesuela del Cid tiene una población de 174 vecinos y 698 almas".
De este modo conoció el amigo Pascual Madoz La Iglesuela del Cid a mitades del s.XIX, así lo plasmó en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de 1845-1850 y nosotros, por aquí, hoy lo hemos contado con placer para amigos y seguidores.

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