En pleno corazón del altivo y abrupto Valle de Benasque, uno de los valles más montañosos de España, se encuentran las Casas de Conques, antiguo señorío de los Bardaxí, noble familia aragonesa originaria de esta redolada.
Los Bardaxí ocuparon cargos de importancia en Aragón e incluso se vieron involucrados en hechos que les llevaron a que Felipe II diera orden de arrasar el castillo que en Conques poseían.
La Ermita de San Esteban de Conques (s.XI) fue la capilla de los Bardaxí y único resto que nos ha llegado hasta nuestros días de aquel primitivo enclave.
Esta ermita está considerada como uno de los edificios más antiguos de toda la Comarca de Ribagorza.
El templo se encuentra en un fascinante prau, entre fresnos, abedules y otros árboles monumentales, muy cercano a una Torre defensiva del s.XVI y una casona decimonónica utilizada hasta fechas recientes para colonias y campamentos. Todo ello compone lo que se conoce como las Casas de Conques.
La Ermita de San Esteban, hoy fuera de culto, estuvo dedicada a la Virgen del Rosario y fue obra de maestros lombardos que pusieron vínculos comunes en aquellos lejanos tiempos entre los monasterios de Obarra y Urmella y los templos del vecino valle gascón de Larboust.
La ermita, que ha tenido intervenciones en siglos posteriores, presenta una portada posiblemente del s.XIX y exteriormente, además de sus arquillos románicos, llama la atención el tejado de pizarra usual en el país.
Debió de ser utilizada como almacén en aquellos años de colonias y actualmente, da muestras del inexorable paso del tiempo y la falta de atenciones que un patrimonio de esta categoría merece.
Casas de Conques... un lugar de cuento entre Eriste y Anciles.
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