Esquiladores y familia dando cuenta del rancho en Híjar, Aragón, a finales del s.XIX.
¿A quien no le han dicho con buena gana y muchos platos en la mesa que "te vas a poner como el zagal del esquilador"?... El que diga que no, miente y miente como un cosaco.
Antaño, cuando venía la calorina y la socarrada, acudían puntuales a los pueblos y a la cita las cuadrillas de esquiladores que ponían a las reses bien dispuestas y preparadas para afrontar los rigores del verano.
Era un trabajo tan sumamente duro que las gentes preparaban para los esquiladores, buenas y variadas comidas para hacerlo más llevadero.
La frase viente a cuento porque siempre se decía que los hijos de los esquiladores se ponían hasta las trancas, vamos que aprovechaban la coyuntura para tiempos siempre difíciles y de escasez.
De alguno se decía que se puso tan farto de tomar sopa que se ahogó.
Antes la faena era a tijera, los que lo hacían lo llevaban en la misma sangre... ahora vienen de los confines del mundo y bien armados de máquinas eléctricas.
Los tiempos cambian pero la frase allí sigue...
Híjar... Comarca del Bajo Martín... Teruel Existe, Resiste y Enamora !!
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