Con las viejas y mágicas piedras del antiguo y monumental Pozo de Hielo del mismo centro de Fraga, Aragón...tesoros de mundos ya perdidos que reaparecen con los reventones de tuberías de la vida moderna.
Un reventón de una tubería y el consiguiente socavón volvieron a sacar a la luz lo que fue un grandioso Pozo de Hielo que había permanecido oculto y enterrado desde tiempo inmemorial, justo debajo de la céntrica Plaza de España y el Paseo del Segoñé de la capital de la Comarca del Bajo Cinca.
Un fortuito y feliz hallazgo que, con las obras de acondicionamiento, va a suponer para la ciudad toda una recuperación patrimonial, histórica, cultural y también, turística.
El Pozo de Hielo se construyó, muy posiblemente en el s.XVII o inicios del XVIII, fuera del entonces entramado urbano pero muy cerca de él.
Tiene una profundidad de unos 10 metros y un díámetro de unos 8 y pico, sus sillares son irregulares, de tamaño mediano a grande, y parte de los que correspondían a la desaparecida cúpula de cerramiento superior aparecieron enronados en su fondo durante su excavación arqueológica.
Los pozos de chelo y nieve eran las neveras o fábricas de hielo de nuestros antepasados.
Era en ellos donde se almacenaba en invierno el hielo y la nieve debidamente prensados entre capas de paja para facilitar su conservación hasta el verano.
El hielo se utilizaba para la conservación de alimentos, curar y sanar enfermos y caballerías y también para la preparación de ricos helados en las casas de los potentados.
Muchos de los pozos de hielo de Aragón se edificaron durante la llamada "Pequeña Edad de Hielo" que coincidió con un período frío entre los siglos XIV y mitades del XIX.
Esa "Edad de Hielo" permitió en lugares bajos, como es el caso de Fraga, más frío del que conocemos ahora y también de más precipitaciones de nieve en cotas más bajas.
Existe documentación que prueba la traída de hielo a la ciudad de Fraga desde los pozos de chelo de Tamarite de Litera, Rodellar (en la Sierra de Guara), Zurita... y este pozo, junto con otros de la redolada, se construiría por las ampliaciones de necesidad de hielo en la época.
La llegada del "frío industrial" a finales del s.XIX y principios del s.XX supuso la desaparición del comercio del hielo de los Pozos de Chelo y Nieve.
El de Fraga,ya sin uso, fue "enterrado" y olvidado durante alguna de las actuaciones urbanísticas llevadas a cabo en la zona.
Las Neveras y los Pozos de Hielo de Aragón han sido declarados Bienes de Interés Cultural (B.I.C.) en la categoría de Monumentos, dando especial relevancia a esta genuina "arquitectura del hielo".
El Proyecto de adecuación del Pozo de Hielo de Fraga permitirá conservar y visitar un valioso patrimonio tradicional y popular y debería de potenciar, también, y más si cabe, la recuperación de su monumental Casco Histórico.
Fraga Monumental... Aragón Monumental.
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