El nombre de "La Hoz de la Vieja" no viene de la leyenda de que aquí, en este pintoresco enclave de la Comarca de las Cuencas Mineras, vivió en tiempos una anciana que portaba una gran hoz.
No, no vienen los tiros por aquí.
"La Hoz" hace referencia al latín "faux" que significa garganta o un estrecho pacientemente labrado por un río, y en efecto, el pueblo se encuentra en una hondonada y foz de estas características.
Y "la Vieja" deriva de "rubiel" o "rubiella", que hace referencia a los característicos tonos royos de los materiales del triásico inferior que conforman las emblemáticas formas en que también se encuentran algunas de las viejas eras del pueblo.
Ese "rubiella" con el tiempo, derivó en Viela, luego Viexa y finalmente, en Vieja.
La Foz Rubiella, Foz la Viela ... y al final, ya tenemos "La Hoz de la Vieja".
Precisamente, en aquellos ya lejanos siglos, de esos materiales royos, se obtuvieron las entrañables piedras de rodeno con las que se construyó en buena parte la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de La Hoz de la Vieja.
La iglesia tiene una sola nave de dos tramos con cabecera poligonal y cubierta con crucería estrellada.
Dos capillas laterales (la de la Epístola y la del Evangelio) hacen de falso crucero. La capilla del Santo Cristo fue añadida a lo largo del s.XIX.
La portada, que vemos en mi fotografía, está situada a los pies y es adintelada y de un solo cuerpo.
Del exterior destaca sobremanera un hermosísimo ventanal gótico geminado con arcos ojivales y la restaurada torre mudéjar de ladrillo, que pudo levantarse en el s.XVI, coincidiendo con el fin de las obras del templo.
En el interior se conservan tres retablos cuyo probable origen estaría en el s.XVII, además del famoso cuadro de "San Antón", datado en ese mismo siglo y salvado de la quema y destrucción que asoló el templo en la triste e incivil guerra española del pasado siglo.
El cuadro de San Antón pudo de formar parte de una extensa colección de arte que estuvo en la conocida "Casa Grande" y que fue menguando a medida que los anticuarios fueron haciéndose con sus piezas a lo largo del fin del s.XIX y primeras décadas del XX. La tradición oral siempre ha contado que hasta es posible que hubiera un "Goya" en esa casa.
Pascual Madoz nos habla en su famoso "Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de 1845-1850" que en aquellas fechas la Iglesia de las Nieves de La Hoz de la Vieja poseía nada más ni nada menos que 10 altares.
La mayoría fueron víctimas de aquella infame guerra incivil, así como el Altar-Retablo Mayor, del que no se conoce exista una imagen que nos ayude a recordar como era... a no ser que alguien del pueblo conserve alguna vieja fotografía y se obre el milagro de que la podamos ver.
Magia, mucha magia a descubrir y redescubrir en La Hoz de la Vieja, Cuencas Mineras de Teruel.
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