Cuesta, cuesta mucho marcharse de este lugar...donde solo se oye el rumor del agua que se desliza suavemente por los canalillos que la conducen hacia las diferentes pilas donde antiguamente lavaban las mujeres de Azlor...
Y cuesta porque uno nunca se cansa de admirar la estructura delicada e ingeniosamente tallada y labrada sobre la misma piedra arenisca alargada y ligeramente prominente del lugar.
Algo más al norte, se encuentra la Fuente de la Labanera y es desde un pequeño afloramiento rocoso de donde los canalillos llevan primorosamente el agua hacia las diferentes "piletas", pensadas para llevar a cabo el proceso de lavado, con aclarado incluido...
Al final de las pilas será otro canalillo el que volverá a reconducir el agua hacia el barranco, donde de nuevo es aprovechada para un abrevadero, en éste caso, de obra más moderna...
Este es el siempre entrañable "lavadero de los moros" de Azlor.
¿Por qué de los moros? ...porque desde tiempos ancestrales, las obras antiguas que se perdían en el suconsciente de las gentes...no podían ser mas que del "tiempo de los moros" por su gran antigüedad...
Y es en el silencio de los fríos días invernales cuando prestando atención parecen oírse los suaves susurros de unos seres mágicos que dicen que todavía habitan éstos antiguos lavaderos...
Cuentan los afortunados que los han visto que son hermosísimas mujeres con largas y doradas cabelleras y esbeltos cuerpos danzarines...
Son las "hadas lavanderas".
A veces, cuentan los mayores del lugar...que suelen dejar parte de su colada blanca y radiante a secar entre los arbustos o en las ramas de los árboles... y que el que encuentra y guarda alguna de esas prendas, es dichoso y feliz para siempre.
El otro día, estuve mirando buen rato...pero no encontré nada.
Pero pienso volver otro día.
Quién sabe.
Al fondo, en el horizonte se recorta la Torre de Fernagüelo.
Azlor... Sierra de Guara - Somontano de Barbastro ... Huesca.
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