En la mágica y emblemática Fuente-Lavadero de los Recuerdos de Fraella, en los hechizantes Monegros, Aragón.
¡Qué gran trabajo el de las gentes de Fraella recuperando con paciencia e ilusión su fascinante Fuente de los Recuerdos!
Hasta principios de los años 60 aquí venían los fraellenses con sus cántaros y botijos a por el agua de la vida, aquí saciaban su sed en su abrevadero sus abríos y caballerías y aquí, también, en el lavadero, hacían la colada las mujeres y resolvían todos los entuertos del mundo.
Luego llegaría, afortunadamente, el agua corriente a los grifos de las casas y la Fuente-Abrevadero-Lavadero, situada a más de un kilómetro cuesta arriba del pueblo, dejó de utilizarse.
El abrevadero y el lavadero, con el tiempo, llegaron a colmatarse y quedar enterrados bajo tierra y la fuente, en sí, fue casi literalmente engullida por la vegetación.
Hoy en día, gracias al empeño, dedicación y gran trabajo de las gentes de Fraella, la fuente, el abrevadero y el lavadero lucen como en sus tiempos buenos y en un entorno verde de gran valor naturalístico y paisajístico.
La Fuente, por su tipología, es anterior al s.XVIII. Cuenta la tradición oral que los sillares originales del lavadero proceden de Siétamo. Con estas aguas se regaban los huertos por turnos en que cada uno de los vecinos regaban el suyo durante todo un día pasando la rueda a todos los demás y vuelta a empezar.
La Fuente no se seca nunca y mana un caudal siempre constante, tanto en verano como en invierno, de unos 7 litros por minuto.
Durante los trabajos de recuperación de la fuente fue Segundo, un querido y entrañable vecino de Fraella quien redescubrió el pozo de la surgencia que se encuentra a unos 80 metros.
Al lado de la fuente, se han añadido y fijado a ella, un cántaro y un botijo, auténticos símbolos del agua y que son sendas, sentidas y agradecidas donaciones de Casas del pueblo.
Unos metros más abajo del conjunto se encuentra una "pesquera", que era un depósito de almacenamiento de agua para poderla utilizar en los momentos de sequía, ya que aquí, desde siempre, en estas benditas tierras de los Monegros no hay mayor tesoro que el líquido elemento.
La Fuente de los Recuerdos, orgullo de las gentes de Fraella y hoy en día, un lugar mágico de esparcimiento para ellas y para todos los afortunados que nos dejamos caer por aquí.
"Después de muchos años, el cántaro y el botijo han vuelto aquí, a la fuente, y esta vez para quedarse, y juntos seguir haciendo historia.
Gracias, Fuente de los Recuerdos por guardar tanta historia pasada, darnos tanta presente, y la oportunidad de poder seguir haciendo, más y mejor historia, aquí junto a la fuente"
(De una tablilla sujeta a la fuente y firmada por M. Paules en Octubre de 2019)
No os la perdáis.
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