La bellísima Plaza Mayor de Fonz está declarada Conjunto Histórico Artístico y además de ser el tradicional lugar de mercado, ha sido testigo de grandes aconteceres a lo largo de la historia, como la presencia de los Templarios, el esplendor del Renacimiento o la heroica resistencia a las tropas napoleónicas a principios del s.XIX.
Fonz es una gran villa monumental, quizá todavía a descubrir por parte de muchos, con elegantes casonas solariegas e impresionantes palacios, además de una magnífica iglesia del s.XVII y multitud de hechizantes rincones, como las callejuelas de la antigua Judería.
Pero para ir a los orígenes de Fonz hay que acudir a las más remota antigüedad, ya que en su término municipal se encuentran yacimientos arqueológicos de la Edad de Hierro y del Bronce, como los del Tozal de la Gaya, el de la Manzana o el de Urría.
La primera mención escrita aparece en la crónica de Al Razi, también conocido como Rhazes, médico y escritor persa que hace mención de la llegada a Fonz de Musa Ibn Nusayr -caudillo musulmán yemení que participó en la invasión de la península ibérica- y sus ejércitos a finales del año 714.
Fonz permaneció en poder de los árabes hasta la llamada "reconquista" por parte de Ramón Berenguer IV hacia los años 1140-1144.
En aquel período islámico debió de levantarse un Castillo - Fortaleza en lo más alto de la colina en que se asienta Fonz y del que hoy apenas quedan restos de posible muralla en "La Forza".
Sería el mismo Ramón Berenguer IV quien cedería la villa a la Orden del Temple, de cuyo paso sería fiel testigo la parte baja de la fachada lateral de la Casa Consistorial.
Fue el rey de Aragón, Jaime II, conocido como "El Justo" quien hacia el año 1300 integraría en territorio del Reino de Aragón las Comarcas de la Ribagorza, Litera y Fraga.
En esta época Fonz debió de contar con tres recintos amurallados del que son herencia directa antiguas posibles puertas como el Arco de Codera, el Portal de Febas, el Portalé y el Portal de Moner.
De la importancia de Fonz hacia el s.XV da idea de que en esos años ya se redactó un proyecto de traída de aguas desde el manantial del Ojo de la Fuente hasta la misma población.
De finales de este siglo data una de las joyas de Fonz -salvada milagrosamente de la barbarie de la incivil guerra española del siglo pasado- como es el Retablo de Santa Ana.
Sin embargo, el máximo esplendor de Fonz llegaría en el siglo XVI cuando fue elegida como lugar de descanso del Obispo de Lérida y por bastantes familias nobles y portentosas.
Se construyeron infinidad de Casonas, Palacios y Palacetes, además de la también renacentista Fuente de los Seis Caños que vimos ayer, también, por aquí.
A principios del s.XVI fueron los propios vecinos los que erigieron la monumental Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
En este siglo XVI vivió en Fonz uno de sus más nombrados ilustres, el obispo Pedro de Cerbuna, fundador en 1583 de la Universidad de Zaragoza.
Durante la Guerra de la Independencia fue Pedro María Ric, otro gran ilustre foncense, junto con su esposa la Condesa de Bureta, quien estableció un plan de defensa de Fonz, además de estar al lado del General Palafox en los Sitios de Zaragoza.
Las cansinas e interminables Guerras Carlistas apenas tocaron el devenir de Fonz, muy al contrario de la ya nombrada incivil guerra española de 1936 que provocó gran tragedia y pérdida de cuantioso patrimonio.
Muy destacable es que Fonz alberga el valioso archivo del Barón de Valdeolivos, gran patrimonio documental aragonés y propiedad de Aragón desde 1987.
Entre los documentos medievales se conservan manuscritos desde 1242.
En Fonz y parte de su redolada se ha conservado y todavía se habla el aragonés foncense, perteneciente al llamado bajoribagorzano, variedad de la rica fabla - lengua romance aragonesa.
Gran historia, gran patrimonio de Fonz... aunque realmente lo más valioso y grande, son sus gentes.

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