Sólo la naturaleza, la erosión y el tiempo pueden conseguir una obra tan colosal en su estructura y en sus formas como son los Mallos de Riglos.
Cuentan los que dicen que saben que éstos puntarrones se formaron hace más de medio centenar de millones de años (en el cenozoico) arrastrados por la sedimentación provocada por los empujes de torrentes y morrenas glaciares desde las zonas pirenaicas hacia la Depresión del Ebro...
Y de tal suerte de mezcla de "conglomerados" de arena, arcilla y cantos... nacieron los impresionantes mallos ... que hoy, y gracias a la acción modeladora de la erosión y el tiempo, son, sin duda, uno de los paraísos geológicos y naturales de Aragón y de toda la península ibérica.
Tampoco hay que olvidar que en éste mágico mundo del Reino de los Mallos y al otro lado del río Gállego también se encuentran los de Peña Ruaba y As Piedras de Agüero...
Cada uno de los mallos tiene su propio nombre que lo identifica e individualiza... el Puro o Fuso, Visera, O Pisoné, Firé, No importa, Cuchillo, Buzón, Volaos, Mallo del Agua, Aguja Roja, El Pimiento, Punta Sin Nombre, Molondrón, Colorado, Arcaz o paredón de los buitres, Os Fils, Tornillo, Tornillito...entre otros...
Actualmente, éste Reino está declarado por el Gobierno de Aragón como Monumento Natural de los Mallos de Riglos, Agüero y Peña Ruaba.
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