Borau, la Villa de Borau ha sido desde tiempos inmemoriales un importante enclave agrícola, ganadero y forestal de la redolada y hoy en día, con sus angostas calles, sus losas, sus pizarras y sus chamineras es una de las poblaciones mejor conservadas del valle.
Su iglesia de Santa Eulalia, del s.XVI pero de orígenes románicos -conserva en el interior el tímpano con crismón de su antigua portada principal-, vigila el pueblo en lo alto y muy cerca de él, a apenas dos kilómetros, se encuentra el templo también románico de San Adrián de Sásabe - Sasau, que fue uno de los mayores monasterios del s.X y sede episcopal y Catedral de Aragón.
Se cuenta que aquí, en San Adrián de Sasau también estuvo el Santo Grial, previo a su traslado a Jaca y San Juan de la Peña.
A más de 2000 metros y en uno de los enclaves más salvajes y desconocidos del Pirineo se encuentra la Gruta Helada de Lecherines rodeada de los Mallos del mismo nombre y del Lecherín, también llamado Pico de la Garganta de Borau.
Naturaleza esplendorosa, historia con mayúsculas y presente arquitectónico con sabor tradicional en Borau... Comarca de la Jacetania - Chazetania, Pirineo Aragonés.

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