En su día fue la central más moderna de España, contando con una sala de calderas de 76 metros de longitud y 38 de altura. Contaba además con un pequeño embalse sobre el río Guadalope, el cual servía para la refrigeración de la planta.
Actualmente, es otro más de los edificios abandonados y arruinados, que tanto abundan en Aragón.
Otra posibilidad de desarrollo desaprovechada.
Fotografias del Archivo López Segura - I.E.T.





No hay comentarios:
Publicar un comentario