Tesoros de mundos ya perdidos... el mágico, viejo y bien conservado empedrado tradicional de los pueblos, en la entrada a una casona de Abena, Pirineo Aragonés.
Si, sí... ya sabemos que para andar con tacones no es, que es lo primero que sueltan algunos -y entre aspavientos- cuando ven estos pavimentos... pero es que entonces los suelos de las calles estaban pensados, fundamentalmente, para el buen agarre de los abríos y caballerías, indispensables en el día a día de entonces.
Los viejos y hechizantes empedrados de aquellas calles infantiles es una de las imágenes que todavía guardamos algunos celosamente en nuestros recovecos de la memoria, antes de que el cemento y el asfalto del "progreso" los borraran del tiempo y del paisaje de la vida.
Hoy en día, a algunos, estos maravillosos rincones plenos de autenticidad, sin reconstrucciones y como anclados en mundos que ya no son, nos devuelven a una nube en la tierra cargada de delicadas composiciones pétreas y en donde las palabras y la música de las gentes que las pisaron todavía emergen y resuenan en nuestras cabezas y en nuestro espíritu.
Abena... magia en A Val d´Avena... Chacetania, Alto Aragón.
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