La Sal de la Vida... en las antiguas Salinas de Nuévalos.
Aquí, en este lugar, en el Barranco de Valdefierro-Valdehierro, a casi 800 metros de altitud y en plena Sierra de Pardos se "hacía" la sal...
Enclavas en el viejo camino de Nuévalos a Monterde, esta explotación salinera estuvo en funcionamiento, desde al menos el s.XIII hasta hace cuatro días...hasta 1969.
El agua salada procedente de un manantial era conducido por troncos de madera ahuecados hasta las llamadas "granjas" ...extensiones horizontales desde las cuales se distribuía en las denominadas "eras" ...parcelas rectangulares donde se dejaba evaporar de forma natural.
Como por la propia configuración del terreno no había llano suficiente, las eras eran dispuestas en forma de terrazas en varios niveles, para un mejor aprovechamiento.
Una vez "hecha" la sal se recogía y se trasladaba a depósitos a resguardo de la lluvia para que terminara de secar ...luego, se almacenaba, guardaba y se disponía para ser trasladada en carros y caballerías.
Todo el proceso anual comenzaba a primeros de junio y duraba hasta finales de septiembre y se producían cerca de un centenar de toneladas de sal.
Las gestión de las Salinas de Nuévalos, a lo largo de la historia ha estado en manos de los monjes del cercano Monasterio de Piedra, Comendadores de la Orden del Santo Sepulcro de Calatayud e incluso gentes del propio pueblo de Nuévalos.
Las mismas gentes de Nuévalos y redolada que se encargan, actualmente, de que las Salinas se encuentren en un buen estado de conservación y que sea perfectamente visible su funcionamiento a lo largo de siglos y siglos...
También son observables las ruinas de lo que fue la vivienda de la gente que aquí trabajaba, cuadras para los animales, almacenes para la sal, bancales de cultivos, casillas y algún abejar.
La llegada en los años 60 de los procesos industriales terminó por acelerar su abandono por falta de rentabilidad...constituyendo, a día de hoy, un maravilloso y fiel testigo patrimonial de lo que significó la "Sal de la Vida" para las gentes de aquellas épocas...
Es un sugerente entorno de montaña y pinar y según fechas, cuenta hasta con alguna cascada y poza de agua...
A las Salinas de Nuévalos se puede llegar por sendero señalizado, en algo más de una hora, tanto desde el propio Nuévalos como desde Monterde.
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