"Singra está situado en lo más elevado de una colina en figura de anfiteatro, en la carretera que va de Teruel a Zaragoza.
El clima es muy frío, pero muy sano.
Se compone de 45 casas de mediana construcción y una escuela de instrucción primaria concurrida por 21 niños.
Tiene una cisterna de piedra de sillería, de la cual se extrae el agua necesaria para el consumo.
Tiene una iglesia parroquial (el Santo Angel Custodio) y un cementerio junto a la misma , que en nada perjudica a la salud pública.
Confina el término por el Norte con el de Villafranca; al Este, con Bueña; al Sur con Torrelacárcel y al Oeste con Alba.
Hay dos ermitas no muy distantes del pueblo, dedicadas a San Roque y a San Agustín.
El terreno casi todo es llano, y aunque de secano es de muy buena calidad, habiendo en él como unas 700 fan. de monte cubierto de chaparros; tiene también una dehesa, denominada la Cañada, de 500 fan. de cabida.
Los caminos, además del que conduce de Teruel a Zaragoza, hay otros que comunican con los pueblos limítrofes.
El correo se recibe de Torremocha tres veces a la semana.
Produce centeno, cebada, avena, patatas, miel y pastos.
Hay ganado lanar y cabrío.
Tiene caza de perdices, liebres y conejos.
Cuenta con una población de 62 vecinos y 250 almas".
De esta forma vio Singra Pascual Madoz a mitades del siglo XIX, así lo dejó por escrito en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico 1845-1850 y de igual manera lo hemos contado por aquí, con placer, para amigos y seguidores.
En esos días de mitades del s.XIX, Singra contaba, como expuso Madoz, con 250 habitantes.
En el censo del año 2020 se refleja que Singra cuenta actualmente con 83 habitantes.
El banco está situado en un rincón con encanto de Singra, en la magia de las Tierras del Jiloca y es de los que nunca, nunca, engaña... siempre procura tranquilidad, paz y sosiego.
Todo un tesoro en los tiempos que corren.
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