¿Será verdad que fue el mismísimo Lucifer quien hizo el Arco del Deán de Zaragoza? ... El Arco-Casa del Deán, uno de los lugares más fotografiados de la capital aragonesa.
Cuenta la historia, cuenta la leyenda ...que allá por el siglo XIII hubo un prior o deán, más raro que un perro verde, que hacía todo lo posible por no querer saber nada del más común de los mortales.
Nuestro famoso deán se propuso unir, para albergar un pasillo, los dos edificios que formaban parte de su rutina diaria y a ser posible sin encontrarse con nadie... su casa y el cabildo de la Catedral de San Salvador, La Seo.
Como no hubo manera de que los responsables de la época le autorizaran tal construcción se la encomendó a Lucifer, que no se pierde nunca ningún negocio.
Y como en todos los pactos con el diablo, lo que se le entrega a cambio, son las codiciadas almas.
Y ese fue el precio.
Lucifer se quedaría con el alma de todo aquel que osara pasar por debajo del Arco del Deán para toda la eternidad.
No hay registros o, por lo menos no se conocen, del número de almas que debe de llevar el amo y señor del infierno, pero deben de ser generosas y cuantiosas.
De lo que si hay registros es de los cambios que el conjunto que une los dos edificios ha experimentado y en algunos casos, sufrido, a lo largo de la historia.
Parece ser que el arco que nos ha llegado no correspondería con el original sino con una reforma realizada en el s.XIV.
El Arco-Casa del Deán debió de salir con serios desperfectos en aquellos años calamitosos de Los Sitios de Zaragoza, por su proximidad al Palacio de los Marqueses de Lazán, que fue residencia del general José de Palafox.
En 1853 la casona medieval aragonesa dejó de ser utilizada como residencia de los deanes, pasando a desempeñar con los años, funciones de almacén de lanas y de muebles.
A mitades del s.XX el conjunto del Arco del Deán fue restaurado y sus hermosos ventanales mudéjares recolocados y centrados en un voladizo que nunca existió, según ponen de manifiesto innumerables testimonios gráficos.
Aún así y a pesar de que todo el entorno -del muy desaparecido- llamado "Barrio de la Seo" ha sufrido muchas modificaciones, no necesariamente a mejor, el lugar sigue conservando algunas de las esencias de esa Zaragoza que muchas veces no ha sabido respetar su rica herencia patrimonial y cultural.
En la actualidad, el conjunto, que no es visitable, es propiedad de una entidad bancaria que lo utiliza para guardar las obras de su patrimonio artístico.
El emblemático Arco del Deán sigue teniendo a pie de calle, hoy en día, ese halo de misterio y sabor añejo imprescindible ...con permiso de Lucifer.
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