"Fayón está situado en la ribera del Ebro, donde confluye el río Matarraña, al pie de una sierra no muy elevada; libre al embate de todos los vientos, con clima templado y saludable.
Tiene 93 casas, ayuntamiento, escuela de niños, iglesia parroquial (San Juan Evangelista), un oratorio público dedicado a San Jorge, situado en la partida de Los LLanos y un cementerio junto a la iglesia.
El término confina al Norte con los de Mequinenza y la Granja de Scarpe; al Este, Ribarroya; al Sur, La Puebla de Masalua y Nonaspe y al Oeste, con el último y Caspe.
El terreno es en su mayor parte montañoso, con algunos llanos y 2 escasas huertas que se riegan con las aguas del río Matarraña que corre de S. a NE., a 1/4 de hora de distancia del pueblo, donde se junta con el río Ebro.
Para el paso de éste hay una barca construida a expensas del vecindario.
Los caminos son locales y no muy buenos.
Produce trigo, cebada, maíz, aceite, legumbres y hortalizas.
Sostiene poco ganado lanar y cabrío.
Tiene caza de conejos y perdices y pesca en los ríos.
De industria, además de la agrícola, posee 3 tejedores de lienzos comunes, un molino harinero y otro de aceite.
Fayón tiene una población de 84 vecinos y 375 almas".
De esta forma vio Fayón el amigo Pascual Madoz a mitades del s.XIX, así lo dejó escrito en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico 1845-1850 y así lo hemos contado por aquí para amigos y seguidores.
Cuando Fayón fue ahogado y sepultado por las aguas del Pantano de Ribarroja por los años 60, contaba con una población de casi 1800 personas.
No lejos del viejo Fayón se construyó el nuevo pueblo de Fayón que en los años 70 llegó a tener poco más de 500 pobladores, que fueron los que quisieron ir al nuevo emplazamiento.
Actualmente, Fayón, el pueblo nuevo de Fayón cuenta con un censo de 380 habitantes.
La foto del viejo Fayón está realizada por J. Salvat décadas antes de que sus gentes fueran obligadas a dejarlo para que se sumiera bajo las aguas del pantano para siempre.
Hoy en día, la torre campanario del viejo Fayón sigue emergiendo de las aguas del embalse y lanzando un desgarrador grito de recuerdo y memoria por los suyos, que también son los nuestros.
Por los mismos que nunca reblaron y resistieron en sus casas hasta el último momento, justo hasta que las aguas llegaron a las calles de su pueblo y tuvieran que cargar apresuradamente sus enseres antes de sucumbir para la eternidad.
Las gentes de Fayón plantaron cara a la dictadura franquista mostrando una dura resistencia a la construcción del pantano, negándose a abandonar sus casas, su pueblo y sus raíces.
Una triste y oscura noche de 1967, como todo lo que rodea esa infame época, las autoridades con alevosía, cerraron las compuertas del Pantano de Ribarroja y abrieron las del Embalse de Mequinenza.
Ello provocó que, sin previo aviso, el pueblo se inundará rápidamente y que a muchos apenas les dio tiempo de salvar nada de lo suyo.
El pueblo se ahogó sin que se hubiera llegado siquiera a acuerdos en las indemnizaciones
Fayón viejo era un pueblo pletórico de vida, con una importante Estación de FFCC, una gran actividad industrial carbonífera y sobre todo, una gran cultura de río.
El pueblo viejo quedó inundado y para llegar a una buena parte del término municipal de la margen izquierda, sin puente que salve el pantano, hay que dar un tortuoso rodeo de 80 kilómetros...aún a día de hoy.
Tristes historias, tristes páginas para no dormir...pero que conviene no olvidar nunca, ni por mayores ni por jóvenes, porque muchas veces lo que se olvida, como los viejos fantasmas, tiende a repetirse en otros lugares y con otros protagonistas... pero inexorablemente se repite.
Sirvan estas líneas de reconocimiento y de modesto homenaje a todas aquellas gentes de Fayón que lucharon porque la justicia imperara en un tiempo en que la sinrazón era la norma.
Fayón... el viejo, pero siempre vivo en la memoria, pueblo de Fayón, Comarca Bajo Aragón-Caspe... Zaragoza.
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| El desaparecido pueblo viejo de Fayón. |
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