"Calcena está situado en terreno montuoso y quebrado al sur del Moncayo.
Se halla al abrigo de unas peñas altas, amarillas.
Goza de buena ventilación y clima saludable.
Tiene sobre 200 casas distribuidas en varias calles, además de la llamada municipal, que también sirve de cárcel; una escuela de primeras letras y una iglesia parroquial (Nuestra Señora de los Reyes).
El cementerio ocupa un paraje ventilado a las afueras de la población.
Dentro de la villa brota una fuente muy caudalosa.
El río Isuela riega la corta vega que posee, de unas 60 cahizadas.
Se mantiene un molino harinero, una fábrica de papel de estraza, un batán y otra fábrica de paños ordinarios.
Confina el término al Norte con el de Talamantes; por el E. con el de Tabuenca; por el S. con los de Aranda, Trasobares y Oseja y por el O. con los de Pomer y Purujosa; extendiéndose una hora por unos puntos y hasta tres por otros.
En la circunferencia que describe se encuentran cinco ermitas, dedicadas a San Miguel, San Cristóbal, Desamparados, San José y San Roque.
Tienen una cueva muy grande donde se refugian multitud de aves nocturnas, de cuyo excremento se aprovechan los vecinos para beneficio de sus tierras.
El terreno es sumamente montuoso, continuación de la sierra del Moncayo y por consiguiente muy poco susceptible a la labor sino en cortos pedazos.
Contiene una extensión de bosque de encinas y encierra minerales de varias expecies además de canteras de pizarras de muchos colores.
Desde el año 1826 se hallan abiertas las minas llamadas de Val de Plata , en las que existen trabajando unos 40 hombres diariamente, y de ellas se extrae mineral de azufre, barniz, cobre, plata y plomo.
Por las caídas de los montes bajan en tiempo de lluvias multitud de arroyos y barrancos.
Los caminos son todos locales y se hallan en mal estado.
El correo se recibe por medio de valijero, los domingos y jueves y se despacha los lunes y viernes.
Produce trigo, cebada, judías de excelente calidad, cáñamo, manzanas y cerezas.
Cría ganado lanar, y caza de toda clase, abundando en el monte los ciervos, lobos y algún jabalí.
De industria merece preferencia la fábrica de paños, en la que se ocupa regularmente la mitad de la población y que consume las lanas del ganado de la misma y la de los límites inmediatos.
Los paños son ordinarios, pardos y negros.
De comercio, para el interior de la villa, hay tiendas de poca consideración y las principales operaciones consisten en la compra de lanas y venta de paños para Borja, Tarazona, Calatayud y otros puntos.
Hay extracción de carbón y leña.
También cría y recría de cerdos.
Cuenta con una población de 182 vecinos y 865 almas".
De esta forma vio el amigo Pascual Madoz la Villa de Calcena a mitades del s.XIX, así lo dejó escrito en su famoso Diccionario Geográfico Estadístico Histórico 1845-1850 y nosotros por aquí lo hemos contado con agrado para amigos y seguidores.
Calcena... magia escondida en el Moncayo... Comarca del Aranda... Zaragoza.
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