Un carretero que viene cantando por el Rabal
lleva en el toldo pintada, lleva en el toldo pintada
una Virgen del Pilar.
Besos de nieve de cumbre lleva el aire del Moncayo
y las mulas van haciendo heridas, heridas,
heridas al empedrado.
Cruzando el Puente de Piedra, se oye una brava canción,
en las torres las campanas, en las torres las campanas,
están tocando a oración.
Dos besos traigo en mis labios p'a mi Virgen del Pilar,
uno me lo dio mi madre, uno me lo dio mi madre,
el otro mi Soledad.
El perro del carretero juega con la mula torda
y es que sabe que han llegado, llegado, llegado,
que han llegado a Zaragoza.
El Ebro guarda silencio, al pasar por El Pilar,
la Virgen está dormida, dormida, dormida,
no la quiere despertar.
("Sierra de Luna" de Francisco Val (1897-1984))
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