Tal día como hoy, el 9 de marzo de 1.888, nació en Tarazona la aragonesa universal Raquel Meller, una de las artistas españolas más internacionales del siglo XX.
Vemos en la imagen una bellísima Raquel Meller, en realidad, Francisca Marqués López, fotografiada en 1926.
Su madre, trabajaba en una tienda de ultramarinos de Tarazona y su padre, era herrero.
"Yo no soy cupletista. Tampoco soy cancionetista. Yo soy Raquel Meller", sí, el mito, la diosa ...Raquel Meller nació en el seno de una humilde familia del barrio del Cinto de Tarazona el 9 de marzo de 1888.
Años duros, de gran precariedad, que hicieron que la familia emigrara, primero a Tudela y luego, ya sin Francisca, a Barcelona.
Y es que Francisca tuvo que quedar al cuidado de una hermana monja de su madre.
Pronto vio que aquella no era su vida y en cuanto pudo regresó al lado de su familia en el Poble-Sec de Barcelona.
Fue entonces cuando entró a trabajar en un taller de confección que hacía prendas para el mundo de los artistas y vedettes de la época.
Y se fijó tanto en ese mundo y tanto le encandiló que consiguió ser la mejor...la número 1.
Debutó en 1908 con el nombre de La Bella Raquel y al poco lo cambió por el definitivo "Raquel Meller".
Se cuenta que lo de "Meller" venía de un apellido de un joven de origen alemán que tuvo de novio en sus años de juventud.
No tardó mucho en convertirse en "musa de lo popular" de variados intelectuales novecentistas como Alvárez Quintero, Manuel Machado, Galdós, Benavente, Eduardo Marquina, Angel Guimerá...
Raquel Meller fue también una muy cotizada actriz de cine, debutando en el cine en 1919 y alcanzando con los años una popularidad al nivel de Sarah Bernhardt, Mistinguette, Eleanora Duse, Isadora Duncan o Josephine Baker...
Su arrebatadora personalidad hizo que tuviera rendidos a sus pies a los mismísimos Charles Claplin "Charlot", Rodolfo Valentino, Carlos Gardel, Cecil B. de Mille...
Sí, cayeron rendidos, pero Raquel Meller nunca dejó de ser Francisca Marqués López, la polida aragonesa de Tarazona...la misma que paseó y reivindicó su tierra y españolidad por todo el mundo.
Se cuenta que acumuló tal fortuna que llegó a hacerse con obras de arte de Picasso, Renoir, Tolouse-Lautrec, Matisse o Rodin que exhibía en el palacio que adquirió en Versalles, en su casa de Villafranche-sur-Mer o su chalet en la madrileña Ciudad Lineal.
Dicen algunos que su fama con el tiempo decayó y que murió "algo olvidada" en 1962...pero para entonces ya no hubo nadie que osara "quitarle lo bailao".
Raquel Meller, Francisca Marqués López de Tarazona, una grande aragonesa universal del siglo XX.
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