Con un, aún, mágico y entrañable Mas-Masico-Masada, anterior a 1825, en los montes de Escatrón, Aragón.
Hubo un tiempo, del que tampoco hace tanto, en que algunas de las gentes de Escatrón se trasladaban temporalmente hasta alguno de éstos masicos para poder realizar las labores agrícolas en campos que quedaban alejados de sus casas e imposibilitaban el trasiego de ir y volver diario.
Además de esas familias que pasaban días y días en ellos con sus animales, también fueron utilizados por pastores con sus rebaños, posiblemente también en la aciaga y dura época de la incivil guerra española y en ocasiones, como providencial refugio en caso de tronadas, pedregadas y mal tiempo.
Hoy, muchos de ellos en desuso...son testigo de una arquitectura y patrimonio cultural y popular que poco a poco e inexorablemente desaparece.
Historias labradas, moldeadas y cinceladas por el tiempo y la vida.
En este Masico, Mas o Masada de Escatrón todo estaba medido y en su entrañable humildad, esculpido con maestría.
La planta baja con sus pesebres para los animales y la superior para las personas, con su fogaril, la fresquera y las alacenas.
Y en sus paredes, dibujos de guerra, siempre la guerra presente, una fecha, 1825, e innumerables símbolos protectores.
Latidos de historias, susurros de vida... en Escatrón... Comarca de la Ribera Baja del Ebro... Zaragoza.
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