Aseándose a la mañana en el zaguán de casa, hace unas décadas.
Días de sillas de anea, palanganero, pequeño espejo en la pared, candil o luz de carburo... y en invierno, el agua helada.
Otros tiempos, otra vida...
Mágico embellecimiento rural en un auténtico pueblo de cuento. Viva Codos !! No os lo perdáis !! Comentarios en Facebook
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