Espierlo es un pequeño pero bellísimo despoblado -nunca "abandonado"- que aunque solo contaba con dos casas, éstas tenían todos los elementos indispensables para la vida de autosubsistencia... tradicionales fogariles con esbeltas chamineras; patios bien resguardados con sus correspondientes poyos a la entrada de las casas; bordas, pajares, corrales y eras para las labores agrícolas; hornos de pan sagrado y de muchos días; pozos-aljibes para el agua de la vida... y también una pequeña pero preciosa iglesia.
Resulta curioso como las gentes de Espierlo no reservaron lugar alguno para el templo en la zona de ubicación de las casas, áspera y rocosa.
Al contrario, le reservaron a la Iglesia de San Martín, anterior al s.XVII, uno de los bancales en ladera de las mejores y reducidas tierras de cultivo y vitales del lugar.
La pequeña iglesia, se encuentra justo al lado del camino de herradura tradicional -hace unos años, recuperado- que comunica Boltaña con Campodarve.
"Qui podese, como o viento, ferse sentir
d´aquí t´alla, volando por todo o país;
de Campodarve ta Sieste, bufar bufar,
pa que no quede ni una casa sin rondar"...
... canta La Ronda de Boltaña a todos estos pequeños pueblos de la redolada en su "O Viento Rondador".
"Que o viento rondador
porte a mía canción
ta Sieste, Ascaso, Espierlo y Aguilar,
ta Muriello y Margudgued,
ta Campodarve también,
ta Seso y Silves pa rematar".
Si tenéis ocasión, no os perdáis los vientos rondadores de Espierlo porque en su silencio aún os contarán -y muy bien- como vivían sus gentes en estas duras tierras hasta hace no muchas décadas.

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