Cuenta la leyenda que un paisano yendo de caza por los montes de la Sierra Caballera al toparse con su enemigo tuvo que ocultarse en una cueva. Si...y en ella encontró la imagen de la virgen. Presuroso la llevó al pueblo...pero al poco tiempo ella volvió a su sitio. Una y otra vez...hasta que los vecinos comprendieron que el lugar de la virgen era ese y no otro.
Y se entiende...porque difícilmente se puede encontrar un lugar tan bello, camuflado y de tan complicado acceso.
El Santuario se compone de una pequeña ermita de origen románico y de la casa del ermitaño situada bajo una gran roca.
Hay un sendero señalizado desde el mismo pueblo de Aniés que nos lleva, primero, hasta los paredones de conglomerados y luego, por escaleras talladas en la misma roca...hasta el Santuario.
Es fácil imaginar que desde allí...las vistas son inolvidables.
Además del cercano Castillo de Loarre, se divisa toda la Plana de Huesca y al fondo...en días despejados... la cumbre del Moncayo.

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