Para muchos la Semana Santa -en muchos lugares de Aragón y de España- significa una de las celebraciones más importantes de todo el año, donde se manifiesta, no solo la fe, sino las tradiciones y costumbres ancestrales de los pueblos.
Y es en estos días donde los tambores y bombos cobran un gran protagonismo.
Algunas de estas tamborradas -como la del Bajo Aragón- están declaradas por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y además otras también -como la Semana Santa de Zaragoza- están distinguidas como de "Interés Turístico Internacional", o "Fiesta de Interés Nacional"...
La Semana Santa oscense mantiene como común denominador las rompidas de la hora, las tamborradas y las procesiones.
Además, Castejón de Monegros incluye en su programa algunos elementos únicos y diferenciadores en los que el pueblo participa activamente.
Uno de los momentos claves tiene lugar a la noche del Viernes Santo y es el llamado "Abajamiento" de Cristo.
Es una solemne representación del desclavamiento de Cristo -con brazos articulados- de la cruz, desprendimiento de la hiriente corona de espinas y su posado o yacimiento posterior con las lágrimas de la Virgen, posibles gracias a un mecanismo especial.
A continuación la Procesión del Santo Entierro recorre el pueblo con tres pasos, el Cristo en la Cruz, el Cristo en la cama y La Dolorosa.
En este acto, con orígenes posiblemente anteriores al siglo XVII, los cofrades que en él participan, con el tiempo dan el relevo a sus hijo para mantener la tradición en el tiempo.
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