Bien conservada la era empedrada y aguantando el pajar...emblemas ambos del mundo rural de antaño.
Mucho sudor, mucho sacrificio y mucho trabajo de las gentes de Sisamón el condensado en estos lugares que hoy en día, son sin lugar a dudas, auténticos museos etnológicos al aire libre.
Y al fondo...las sabinas protectoras.
Aún hay quien recuerda que a las ramas de las sabinas se les llamaba "el pan de los pobres".
La gente más humilde preparaba cargas e interminables acarreos de esas ramas para poderlas vender en otros lugares y ganar algunas pesetas para poder salir adelante en sus duras existencias.
Y es por esos bosques interminables de sabinar por donde discurría uno de aquellos legendarios Caminos Reales que surcaban la península ibérica.
Alexandre Louis Joseph, marqués de Laborde, conde del Imperio, escritor, viajero, anticuario y político francés, nacido en París en 1773, recorrió ese camino y dio cuenta de ello en su libro "Itinerarios por España".
Dice Laborde en sus escritos sobre Sisamón y pueblos de la redolada... "Se llega a Bubierca, lugar miserable, y a media hora después, a Alhama de los Baños, que todavía lo es más". "Al salir de Alhama se pasa el Jalón y al cabo de una hora se descubre Fuente Mina, para media hora después llegar a Cetina, que es bastante grande".
"Sigue la cuesta suave que al fin va a parar a unas montañas llenas de árboles, que a trechos cubren el camino tortuoso y solitario, por lo cual los forajidos suelen sorprender a los caminantes". "Al salir de estos bosques, sube el camino , hasta entrar en una llanura donde se halla Sisamón, lugar pequeño y malo, el último del Reino de Aragón, sobre las fronteras de Castilla".
Y en efecto, el camino, hoy convertido en pequeña y sinuosa carretera, sigue siendo tal y como lo comentó el amigo Laborde.
Lo que no contó Laborde es que a juzgar por los apelativos que regaló a los pueblos por los que pasó ("miserable", "malo"...) es que probablemente los forajidos si le dieron algún que otro susto...
Hoy en día, el tiempo parece haberse detenido en estos contornos ...que reúnen una belleza tan difícil de explicar como fácil de sentir.
Solo hay que dejarse llevar...la magia hace el resto.
Sisamón... pequeño -gran- encanto de la Comunidad de Calatayud.
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