Pequeñas carreteras de emoción, carreteras de las de toda la vida, para recorrer despacio y empaparse de un paisaje que siempre deja huella en el espíritu y en el alma.
Pequeñas carreteras de emoción, carreteras de las de toda la vida, para recorrer despacio y empaparse de un paisaje que siempre deja huella en el espíritu y en el alma.
Mágico embellecimiento rural en un auténtico pueblo de cuento. Viva Codos !! No os lo perdáis !! Comentarios en Facebook
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