Una bellísima bodega bien restaurada, cuidada y mimada por su dueño en las entrañas de La Hoz de la Vieja, con arcos apuntados de rodeno de la tierra y entrañable ladrillo del lugar, que denotan su gran antigüedad.
Es tradición oral que en La Hoz de la Vieja existió un convento -hoy desaparecido y nada o poco estudiado- que conectaba sus bodegas a través de infinitos pasadizos subterráneos.
Tesoros que no se ven a cielo raso pero que dan una idea de la importancia de este pequeño -gran- pueblo en los recodos del tiempo y de la memoria.
La Hoz de la Vieja... casi todo por descubrir y mucho por redescubrir en la Comarca de las Cuencas Mineras... Teruel Existe, Resiste y Enamora.
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