Aún se conservan en los montes de Ariza algunos antiguos hoyos excavados en tierra arcillosa donde las gentes del lugar acudían antaño a quemar la piedra caliza para poder obtener la cal.
La gente mayor aún recuerda que este proceso de quemado constante de las piedras les podía llevar unos 3 días.
La cal, desde tiempos inmemoriales, se utilizaba para encalar las casas y construcciones (por sí o mezclada con el azulete) por sus propiedades desinfectantes, como ahuyentadora de insectos y también como elemento de protección.
Su complicada elaboración a pie de obra y la aparición de nuevos materiales supuso el paulatino abandono de estas ancestrales construcciones y técnicas.
Estos agujeros en la tierra son fieles testigos de tiempos que ya no son, que ojalá no vuelvan nunca más, pero que no conviene olvidar.
Ariza... Comunidad de Calatayud... Zaragoza.
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