A esta casa que a nadie pasa desapercibida y de la que apenas resiste una fachada con un inmenso solar detrás, se le conoce en la zona con muchos nombres... "Casa de Ram o Ram de Víu", "Casa de Montoro o del Conde de Montoro", "Casa Encantada", "Casa Embrujada" ...e incluso "Casa Excomulgada"...
Caminando calle Mayor cuesta arriba hacia la Plaza de España y pasando por su lado, se le adivina un glorioso pasado a ésta casa palaciega que aún conserva algunas hiladas de sillares de arenisca con algunas marcas de cantero similares a otros edificios góticos de la ciudad.
De éstas hiladas para arriba el frontal de estilo neoclásico fruto de las últimas reformas del s.XIX, con portada y escudo nobiliario de una de las familias con mayor influencia en la historia del Bajo Aragón...la Ram.
El palacio, en origen bajomedieval, se construyó en un enclave privilegiado...frente por frente a la torre gótica de la iglesia de Santa María y justo debajo de la Lonja.
Debió de tener aparte de la planta baja, tres alturas superiores y una amplia escalinata con abundantes dependencias.
Hoy en día, y tras las últimas demoliciones de la década de los 70, tras la fachada sólo resta un amplio solar ...pero que parece ser que "esconde" algún que otro aljibe, bodegas palaciegas, pasadizos que podrían comunicar con los medievales de la Plaza de España y antiguas cloacas.
Los orígenes de la Familia Ram se pueden remontar a la figura de un valeroso oficial, Pedro Ram “zalmedina de Alcañiz en 1125", que luchó con el rey aragonés Alfonso I El Batallador en la reconquista cristiana del territorio.
Y de ésta familia Ram descienden ilustres personajes como el obispo y cardenal Domingo Ram -que fue uno de los nueve jueces del Compromiso de Caspe en 1412-, Juan Ram -Comendador de la Orden de Calatrava en el Castillo de Alcañiz a mediados del siglo XV-, Rafael Ram de Víu -corregidor de Alcañiz y defensor del primer carlismo en el siglo XIX- ...y condes, señores y barones de las casas de Samitier, Herbes, Pueyo, Morcar y Montoro.
Ah...lo de la "Casa Encantada, Embrujada o Excomulgada" dice la tradición oral que pudo ser debido a un acto sacrílego realizado por alguno de los inquilinos de la casa.
Del acto sacrílego hay varias versiones...
Una de ellas, habla de que un habitante de la "Casa Ram" guardó la sagrada forma de la iglesia en un pañuelo y se la llevó intacta a su casa. Una vez allí no se le ocurrió otra cosa que freirla en una sartén...
Se cuenta que el palacio estalló y se convirtió en un mar de llamas.
Otra versión, habla de que un niño cuidado por una mora lanzó la sagrada forma y un crucifijo al pozo de la casa como venganza por los malos tratos que la familia daba a sus cuidadores musulmanes...trayendo múltiples maldiciones...
En todas las versiones se hace hincapié en el desprecio hacia el propio acto de la comunión o eucaristía.
La historia también habla de que en la casa residió un personaje tan importante que toda la iglesia le rendía total y absoluta pleitesía.
Esa persona es posible que fuera el abogado Jerónimo Ram de Viu (1731-1803) ya que el entonces Arzobispo de Zaragoza dictó un Decreto el 20 de mayo de 1776 para que se prohibiese con suspensión “a divinis”, a todos los sacerdotes, tanto del clero secular como del regular, el que celebrasen la misa en su oratorio particular, por no haber permiso para ello".
Y éstas son sólo algunas de las historias que nos cuentan las viejas piedras, hoy con incierta gloria, de la "Casa Encantada" de la calle Mayor de Alcañiz.
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