Sus piedras ruinosas aún nos cuentan una leyenda de amor...
En este torreón tenía su residencia un acaudalado moro con tres hijas de belleza sin par... temeroso de que se las llevaran, siempre se encontraban encerradas en él. Ellas, calmaban su aburrimiento ..contemplando un maravilloso estanque que brotaba a sus pies y formaba un pequeño estanque.
Tres caballeros cristianos las observaban y trabaron amistad con ellas...en las ausencias del padre moro...hasta que éste descubrió la traición.
Una noche los esperó con sus leales ...y tan pronto como llegaron...les cortaron la cabeza con un alfanje.
Las tres enamoradas se arrojaron por el ventanal, pereciendo también.
Dicen que en la noche de San Juan, tres palomas descienden al pequeño estanque fundiéndose con las estrellas.
Este solitario torreón, posiblemente del siglo XIV actualmente se encuentra en ruina progresiva.
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