Estampa que era habitual en los corrales de muchas de las casas de nuestros pueblos, hasta hace tampoco tantos años.
La Señora con la jarra de agua en la mano, su toquilla y saya larga atenta a la fotografía sin perder de vista el banquete de los tocinos.
El zagal haciendo sus pinitos de andar con una silla-taca taca de la época.
Al fondo, se ven las tinajas de agua y para la conserva.
La comida de los cerdos se preparaba en el fogaril, con la marmita llena de remolachas, patatas pequeñas, hojas exteriores de las coles... a lo que se añadía el salvau.
Los gorrinos eran en aquellos tiempos, en gran medida, la reserva alimentaria de las familias para todo un año.
A los zagales para tenerlos a distancia prudencial de los cerdos se les decía que tuvieran cuidado que se comían las manos de los niños.
Otros tiempos...

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