De cuando la sal era la vida...en las aún monumentales -mágicas y arruinadas- Salinas de la Playa, explotación de origen romano, en Sástago, Aragón.
Cuentan los que saben que hace 5 millones de largos años, en el Terciario, lo que hoy es la Depresión del Ebro era un gran lago salado sin salida al mar.
Con el tiempo, el lago se secó, el río Ebro consiguió llegar al ansiado Mar Mediterráneo y en los diferentes hundimientos de este basto y mágico terreno de Los Monegros fueron surgiendo las hoy llamadas "saladas".
En ellas se van recogiendo las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca y debido a que el terreno es bastante llano se van acumulando las sales de este tipo de suelos.
Este complejo endorréico de Sástago-Bujaraloz, formado por una veintena de salinas, es un peculiar ecosistema único en Europa, está protegido a nivel mundial, europeo y por supuesto en Aragón está incluido y protegido en el Inventario de Humedales Singulares.
Es un paraje que, a menor escala, tiene muchas similitudes con las salinas del desierto de Atacama de Chile y que más cercano, solo se encuentra parecido en Asia y en el Norte de Africa.
Los animales y especies que viven aquí constituyen una reliquia de hace unos 5 millones de años.
La sal, ya se sabe, es vida, es fundamental en la preparación, elaboración y conservación de los alimentos y no puede entenderse la evolución de las diferentes civilizaciones humanas sin este imprescindible elemento.
Esta Salina de la Playa, también llamada del Rey, perteneciente al término municipal de Sástago, aunque más cerca de Bujaraloz, es posible que ya fuera explotada en tiempos de los romanos aunque la mayoría de las ruinosas instalaciones que se conservan parecen ser de siglos más recientes, sobre todo, a partir del XVI.
Aguantan los muros y paredes de un edificio principal destinado a la administración, oficinas e incluso viviendas para las operarios.
También restos de una -aún- elegante fachada de lo que debió de ser el "Almacén de la Sal".
En ella destacan los sillares de arenisca de la planta baja y los arcos y reforzamientos de ladrillos.
También quedan restos de otros edificios auxiliares, dos manantiales, balsas, canalizaciones, pozos y eras de evaporación.
El complejo perteneció al Conde Sástago y aún hay mayores en el pueblo que recuerdan verlo en funcionamiento a mitades del siglo pasado y como se elevaba el agua de las balsas a las eras mediante bombas.
Hoy el lugar, es otra muestra más, arruinada y olvidada, de un pasado industrial en el que la sal era motor de vida para toda la redolada pero imprescindible para entender la evolución del paisaje y la biodiversidad de este espacio aragonés único en Europa.
Salada de la Playa de Sástago... Monegros... Comarca de la Ribera Baja del Ebro... Zaragoza.
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