¡ Tierga, pero qué hermosa eres !
Que deleite para todos los sentidos el paseo lento y detenido por el bien conservado entramado urbano de tradición islámica de Tierga, con calles empinadas, estrechas y sinuosas, que algunas terminan en callizos sin salida.
Las casas se descuelgan desde lo alto del cerro defensivo, donde se encontraba Tergakom, el antiguo asentamiento celtíbero, Terga-Terka, que lo fue tan poderoso como para acuñar sus propias monedas.
Serían los romanos los encargados de trazar sus imperiales vías de comunicación mediante "calzadas romanas", alguno de cuyos tramos todavía se conservan.
Con el tiempo, la población musulmana se fue acomodando al cobijo del castillo, en la zona alta y escalonadamente hasta la vega del río.
Las calles fueron organizadas inteligentemente para respetar al máximo la red de desagüe natural de las aguas pluviales.
Y es en la parte alta del pueblo donde callejeando se llega a la Plaza donde se encuentra la iglesia y punto de un fascinante mirador hacia el valle del Isuela encuadrado por las Sierras de Carramila, La Escuadra y La Lezna.
La iglesia, desde cerca o desde lejos, desde arriba o desde abajo, es impresionante.
Construcción tardo-gótica del siglo XVI, que combina con maestría en su fachada una galería de arcos superiores renacentista con una maravillosa torre mudéjar de ladrillo y con decoraciones que hasta es posible que no haya ni en el cielo, obra de alarifes -maestros musulmanes- al servicio de cristianos.
En la Edad Media, la aljama judía se encontraba no lejos de la plaza, en el arrabal, en lo que hoy se denomina "Barrio Verde".
De la importancia de esta comunidad nos da idea la toponimia que nos ha llegado como "Minas del Judío" o el "Barranco del Judío".
Ya en la parte inferior del pueblo y a orillas del río Isuela es donde se encontraban las tejerías, los batanes, los molinos...
La Iglesia actual de San Juan de Bautista debió de sustituir a un templo medieval anterior del que aún se conserva la pila baustimal, el Retablo de San Miguel y una puerta, hoy cegada, en la parte norte.
De igual modo, se conserva un excepcional Cristo realizado entre 1390-1430, que proviene de la hoy desaparecida Ermita del Santo Cristo.
Tierga, esencia viva, encrucijada de caminos, tierra de convivencia de diferentes culturas ... y hoy, uno de los pueblos más pintorescos y mejor conservados de Aragón.
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