Con el Pozo de Chelo - Hielo...Nevero de Casbas de Huesca, Aragón.
Aquí, en este pozo excavado aprovechando la roca arenisca y reforzado con piedras del entorno -en parte con la técnica de "la piedra en seco- , era donde nuestros antepasados almacenaban la nieve y el hielo para poderlo utilizar en el verano.
El hielo se usaba para poder conservar alimentos, curar o aliviar enfermedades y dolores...e incluso para que las monjas del cercano Monasterio cisterciense femenino de Nuestra Señora de la Gloria pudieran agasajar a sus visitas veraniegas con refrescos o "enfriadas"...
Parece ser que los encargados de la construcción de éste pozo de chelo fueron los canteros del cercano Lascellas allá por el año 1639.
El primer arrendador fue un tal Jusepe Ferrer que pagó por el arriendo del pozo 440 sueldos jaqueses.
El hielo que almacenaban en el pozo provenía del cercano Barranco Cañeto y la nieve la traían a lomos de caballerías desde los montes de la Sierra de Guara.
Dentro del pozo intercalaban fileras de hielo-nieve con paja bien prensada para que pudiera aguantar bien hasta los calurosos días del verano...
Y así se repetía el proceso todos los años hasta la llegada de las fábricas de hielo en que quedaron en desuso.
Muchos de ellos fueron aprovechados incluso como vertederos, otros derruidos ...y unos cuantos han llegado hasta nuestros días y como es el caso, algunos han tenido la fortuna de ser rehabilitados y puestos en valor como indudable recurso patrimonial-cultural y turístico.
Larga vida al pozo de chelo de Casbas de Huesca, en la Hoya de Huesca, Alto Aragón.

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