Con las hoy desvaídas piedras de una de las torres de lo que fue el Castillo de Castejón de las Armas...antiguo Castejón de Ateca, en la Comunidad de Calatayud, Aragón.
Dicen los que dicen que saben que por lo menos tres torreones debió de tener este castillo de posible origen musulmán ...
Uno de ellos, en el lugar donde actualmente se encuentra la iglesia...
El otro, parece ser que de propiedad particular y rehabilitado hoy en día como palomar ...
Y este, desamparado, ruinoso y entrañable, que todavía conserva mucha de su fisonomía original y que precisaría una consolidación urgente para preservarlo tal cual y legarlo a generaciones venideras como testigo de la importancia que a lo largo de la historia ha tenido este lugar.
Cuenta la historia...cuenta la leyenda que Rodrigo Díaz de Vivar, el llamado El Cid Campeador, conquistó éste castillo a los musulmanes durante sus venturas y desventuras por el Valle del Río Jalón tras sufrir destierro por el rey Alfonso VI de Castilla.
Cuentas las crónicas de época que más tarde, al abandonar Mío Cid éstas tierras, la fortaleza pasó nuevamente a manos de los moros.
No sería hasta allá por el año 1120 cuando el rey aragonés Alfonso I El Batallador dejaría el castillo en manos cristianas tras su afamada victoria en la Batalla de Cutanda y durante sus campañas de reconquista por estos enclaves de Calatayud.
A partir del s.XV la fortaleza debió de tener un papel activo en la defensa y protección de la notoria fábrica de armas de Castejón.
Se cuenta que el propio rey Fernando el Católico debió de pasar por el lugar para configurar sua armas y armadura.
Y a día de hoy...aquí sigue este torreón, o lo que queda de él... sobre uno de los pequeños cerros que domina la población.
No se trata de reconstruir el castillo, ni mucho menos...pero si de intentar conservar los restos de lo que queda de él.
La historia y los hombres se lo deben.
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