Tempus Fugit... en la -aún- mágica y hermosa Casa La Cope, antiguo viejo casino-café de Echo, Pirineo Aragonés.
El tiempo pasa, el tiempo vuela, el tiempo es inexorable en lo que, hasta los años 70, fue uno de los indudables centros neurálgicos de Hecho.
A veces, al propio interés arquitectónico de las viejas casonas hay que unir el siempre entrañable peso sentimental de su vinculación al pueblo.
El viejo caserón, vinculado desde antiguo a la familia Rocatallada, era para los paisanos chesos, la Casa La Cope, apócope de "Cooperativa".
Era el café, eran las charradas, eran las partidas de ajedrez, las de cartas, las de billar...
Y también eran las tardadas con sus bellas vistas, desde sus balcones, sobre el río Aragón Subordán.
Al poco, también cerró el Comercio y el Estanco que también tenían su sede en el tradicional edificio.
Fue el Sindicato Agrícola de Hecho quien creó la Cooperativa de consumo para facilitar la vida de la gente con sus productos de primera necesidad, tanto para las personas como para los animales y las faenas agrícolas.
La vieja Casa La Cope aún muestra altiva y orgullosa su monumental chaminera con espantabrujas en forma de cruz, sus hermosas portadas, las forja de sus balcones y detalles de un esplendor que merece resguardar y protegerse para las futuras generaciones.
Viejos tiempos que recuerda un cartel informativo pegado a la fachada que da a la calle del poeta cheso Veremundo Méndez.
Viejos tiempos que más que probablemente ya no volverán, en un caserón cuya tradicional techumbre de tejas planas del país ya avisa de que algo no va bien y que precisa atención, mimos y cuidados.
Casa La Cope... hechizos mágicos en Hecho... Comarca de la Jacetania... Alto Aragón.
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