Con las mágicas filigranas de piedras del enrullao - pavimento de cantos rodados de la entrada de la Iglesia de Echo, Pirineo Aragonés.
A veces, la magia no está arriba, mirando al cielo, sino que en ocasiones tenemos que inclinar nuestra cabeza y, muchas veces, nuestra propia mente, observando el mismo suelo que pisamos.
Y esto es precisamente lo que hay que hacer andando entre el atrio de entrada a la Iglesia, en origen románica, de San Martín de Tours y un hermoso mural pintado en una de las fachadas de una de las casas típicas de uno de los pueblos más bellos de Aragón.
Mil y una pequeñas y ancestrales filigranas de piedras, colocadas artesanal y pacientemente una junto a la otra.
La belleza de lo sencillo .... sencillamente, bajo nuestros pies.
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