La Ermita de San Nicolás de Bari -con los restos de su castillo confundidos en la propia edificación- se encuentra en un cerro sobre el propio Velilla y el Río Ebro...y próximo a los restos de la ciudad íbero-romana de Celsa.
De hecho, el templo se asienta en parte sobre lo que en su día fue el circo romano.
Desde el mirador de Bari la vista se nos pierde en el ensueño de la torre mudéjar de la iglesia de Velilla, en su pequeño caserío y en la vasta extensión de la vega del río Ebro.

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