¿Pensando en una buena cerveza? ...Hoy en día, dicen que es la mejor del mundo.
Paisano paseando en la fotografía por el antiguo Camino de las Alcachoferas, hoy calle María Moliner de Zaragoza, por delante de la centenaria Fábrica de Cervezas "La Zaragozana" (hoy, Ámbar) y con la Iglesia de San Fernando, al fondo hacia el año 1963.
En esos años sesenta de la dictadura, ese antiguo camino, que antaño lindaba con campos y huertas, era ya la calle Millán Astray, aunque ese tramo, en concreto, todavía estaba sin urbanizar.
Actualmente, por aquí discurre la calle María Moliner, tanto por arriba, pegada a la Fábrica de Cervezas, como por la parte de abajo, junto a viviendas, y antes de hacer la revuelta de la calle Lausana.
Por ese espacio, entre desniveles de montículos de tierra y mares de maderas y maderos, es por donde caminaba nuestro amigo y por donde también discurría el cauce al aire libre, de la Acequia del Ontonar o Antonar, que llegaba desde el Canal Imperial de Aragón.
Bajaba la acequia desde la altura de la Torre de Pina y eran sus aguas las que daban servicio a la cervecera, desde su nacimiento a principios del s.XX.
La acequia iba a desembocar junto a la de de las Adulas en el Camino de las Torres, pasando antes por el lugar donde actualmente se encuentra la Plazoleta y Fuente de los Calderos.
La Zaragozana fue fundada en 1900 como "Fábrica de Cerveza, Malta y Hielo", y aún mantiene una parte de las instalaciones que aparecen en la fotografía.
La Zaragozana contó desde sus inicios con un gran reconocimiento internacional.
En 1902 consiguió el "Diploma de Honor con Gran Medalla de Oro" en la Exposición Internacional de Londres,
Más tarde lograría medallas de oro en las exposiciones de París, Madrid y en la recordada Exposición Hispano-Francesa de Zaragoza del año 1908.
En estas añejas instalaciones originales conservadas, la marca abrió en el año 2000 y con ocasión de su centenario, el hoy, famoso, Museo de la Cerveza La Zaragozana.
En el Museo, que es visitable, es posible admirar la maquinaria de 1920 de la casa Teisset-Rose-Blault, la sala de cocidas o la sala de fermentación.
La empresa, en su proceso de expansión, ha realizado una fuerte inversión, en los últimos años, en unas nuevas instalaciones ubicadas en la Carretera de Castellón.
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