Con un detalle de la portada del Santuario de Loreto (Huesca): la peculiar iconografía de la parrilla de San Lorenzo, nacido aquí, en el año 225.
Nos cuenta la historia, nos cuenta la leyenda, que Lorenzo (Lorién, en aragonés), muerto en el año 258, es uno de los santos y mártires más venerados en Roma.
Lorenzo fue uno de los mártires que fueron ajusticiados junto al papa Sixto II durante la persecución de Valeriano.
Era uno de los siete diáconos de Roma, o sea, uno de los siete hombres de confianza del Sumo Pontífice.
Concretamente era el encargado de distribuir las ayudas a los más pobres.
La leyenda cuenta que Lorenzo sufrió -aunque como todas las leyendas, y como es normal, siempre hay quien lo rebate y lo rebatirá...- uno de los martirios más crueles de la persecución cristiana: fue quemado en una parrilla.
La iconografía de la parrilla asociada a éste santo ya está documentada, mediante su representación, en el s.IV.
El caso es, que el santo, salió indemne del lance y que, incluso, se permitió en esos críticos momentos con la socarronería característica de los aragoneses, el decirle al emperador..."Assasti unam partem, gira et aliam, et manduca" o, lo que es lo mismo... ya has asado un lado, da la vuelta, y come.
La leyenda, siempre la leyenda...también nos cuenta que, entre los tesoros que la iglesia confío a la custodia de San Lorenzo, se encontraba el Santo Grial, que era la copa que usaron Jesús y sus discípulos en su última cena.
Por eso se dice que, la primera parada del Santo Grial en España, se produjo aquí, en este Santuario de Loreto, donde residían sus padres...y que posteriormente y tras toda suerte de vicisitudes y a consecuencia de las persecuciones llegaría a Valencia, donde actualmente se encontraría...
Lorenzo es el tercer santo patrón de la ciudad de Roma, después de San Pedro y San Pablo y también lo es de la ciudad de Huesca...cuya festividad se celebra por todo lo alto el 10 de Agosto, fecha del martirio del santo en una parrilla.
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